El Dr. Bousoño y la ley LGTBI
Asistí el martes 28 a la presentación que hizo la Fundación Neos en el Palacio de Congresos de Oviedo. Tenía ganas de conocer de primera mano, sin intermediarios, los argumentos científicos contra la ley LGTBI que iba a desgranar el Dr. Manuel Bousoño García, psiquiatra de reconocido prestigio y profesor titular jubilado de la Universidad de Oviedo. El asunto me afecta de manera cercana, ya que en mi familia tenemos un caso potencial. Al igual que el Dr. Bousoño, yo también me dedico a la docencia e investigación universitaria, por lo que me interesaba mucho su argumentario, al provenir de una fuente académica. Sin embargo, he de decir que me sentí decepcionado con su exposición.
Parte de los datos aportados eran titulares tendenciosos de periódicos online de escaso prestigio, más bien panfletos con poco o ningún rigor periodístico. Nada que viniera de una fuente periodística reputada. Otros datos aportados procedían, ahora sí, de un artículo científico publicado en la revista “Fronteirs of Psychology”. Esta sí es una revista científica al uso, indexada en las bases de datos científicas internacionales, lo que indica que se adhiere a los estándares de calidad requeridos en ciencia. El problema es que dicha revista pertenece a una editorial, Fronteirs, que está en tela de juicio por su política de publicar trabajos con dudas razonables sobre su calidad. En otras palabras, hay sospechas de que es, al igual que MPDI, un artefacto construido para ganar dinero mediante la publicación de estudios científicos (animo al lector a que busque información sobre ambas editoriales científicas). Finalmente, se aportaron otros datos sin mencionar las fuentes, lo que impide comprobar su veracidad. En ciencia es lícito construir un discurso empleando datos de terceros, siempre y cuando se cite la procedencia de dichos datos. La calidad del discurso depende de la calidad de los datos con los que se argumente el mismo.
Me pregunto entonces: ¿acaso no hay datos, publicaciones de editoriales de prestigio que soporten las tesis del Dr. Bousoño?, siendo este un tema tan importante hoy en día, ¿por qué el Dr. Bousoño no ha empleado datos sólidos, incontestables, para su argumentario? Si, como dijo el Dr. Bousoño, la transexualidad es una patología, ¿por qué no hay estudios epidémicos a gran escala sobre esta condición?
Atentamente.
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