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Genocidios silenciados y sibilinos

2 de Enero del 2011 - Cosme Ruiz Pérez (Gijón)

Hace poco que AIN (Ayuda a la Iglesia Necesitada) ha dado a conocer su último informe sobre la libertad religiosa en el mundo. Quien quiera conocer algo de lo que no se habla (¿por qué...?) en los grandes medios de comunicación puede ver la página www.ain-es.org y buscar el informe de libertad religiosa en el mundo 2010. Encontrará datos sobre la libertad y persecución de cualquiera de las religiones. Más de 500 páginas a consultar o descargar y en las que navegar entre mapas para conocer la situación de cualquier país, también España.

Destacan el asedio que sufren los conversos en Irán (apostasía, según su ley) a cualquiera de las otras religiones, con graves penas de cárcel. La incesante conversión al cristianismo como motivo para atacar a las distintas iglesias. En Irak, con su práctica común de entrar disparando en barriadas y templos, cumpliendo así objetivos políticos, despoblando y «emigrando» a la población cristiana caldea que lleva siglos viviendo en aquel país. Tolerancia en la India con grupos radicales como Viswa Hindu Parishad (VHP) o Bajarang Dal (BD), caracterizados por el permanente ataque a iglesias de cualquier confesión cristiana, con la excusa de que «son conversos forzados». En la China, donde el partido comunista halaga a la Asociación Patriótica Católica (Iglesia oficial) por su «patriotismo», mientras aumentan los arrestos de sacerdotes y obispos de las comunidades pobres y clandestinas de la Iglesia católica.

Y así pasamos por Egipto, donde cristianos coptos están en desventaja para ocupar puestos públicos y de responsabilidad, o en Sudán, donde la «sharia», en el norte del país, aplica la pena de muerte u otros castigos como la flagelación, amputación de miembros, etcétera, por apostasía o por matrimonio de mujer con varón de otra religión. En Bolivia (noticia actual), donde se habla de expulsar a la Iglesia católica porque ha denunciado que hay menores de edad involucrados en el narcotráfico, verdad ratificada por el jefe de la Policía, Óscar Nina, la Defensoría de la Niñez y... el propio Evo, que en octubre reconoció a sus cocaleros desvíos de producción al narcotráfico.

Y en España, ¿qué decir cuando los medios callan si el motivo del genocidio es lo religioso...? Aquí, por ahora, no se llega a tanto, pero... oigan a ese «apacible lavado de cara gubernamental» que es el señor Jáuregui, y que cree dirigirse a tontos: «El Gobierno es de los hombres, no de Dios... a la sociedad no le valen los principios teológicos... la Iglesia debe respetar las leyes»... ¡y tan tranquilo! Es decir, cuando se mata y tritura en el vientre hay que callar, porque estaríamos, según él, haciendo teología, ¿de cuál?, ¿de la liberación?, ¿esa de la «muerte digna» para eutanasiados? El Ministro se supera cuando dice que la Iglesia apenas habla de inmigración, paz, integración de excluidos, como sí lo hace con la sexualidad, familia, aborto, matrimonio homosexual, etcétera. Este señor... ¿lee documentos de la doctrina social de la Iglesia, cartas de obispos en defensa de la paz, integración y dignidad de emigrantes, aun ilegales? Y ¿conoce usted los récords de los comedores de Cáritas?, ¿y en la Casa del Pueblo comen?

Pertenece usted a Cristianos para el Socialismo (¿la iglesia?) y... este socialismo, no el otro posible, «se da de tortas» con cosas serias de lo cristiano y humano. ¡Vamos, total incompatibilidad! Incruenta y sibilinamente, pero... también aquí se persigue.

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