Bóvedas con pinturas en la Catedral de Oviedo (I)
Acabo de recibir un libro cargado de excepcionalidad para ser calificado de "sobresaliente cum laude". Tan profunda investigación revela el conjunto de sus 408 páginas, en las que se sintetiza el novedoso trabajo de campo realizado por sus autores, Antonino González Blanco e lnmaculada García García, catedráticos de la Universidad de Murcia, pasando revista a casi todas las catedrales y a muchas de las iglesias de España, donde se encuentran bóvedas pintadas con representaciones de dragones.
¿Cómo se titula este libro y cuáles son sus contenidos básicos en lo que se refiere a nuestra Catedral ovetense? Trataré de sintetizarlo, para que del título bien se pueda deducir el contenido. Reza el título de este modo: "La revolución en los dragones. Dragones en las estructuras arquitectónicas de las iglesias de España (ss. XIV-XVII)".
Sumario: Una investigación sumamente novedosa: dragones y vivencias de arte y arquitectura
Destacado: Entre los elementos exornativos de los edificios sacros, que aparecen con frecuencia expresados en forma de gárgolas, es posible realzar el papel pictórico de las figuras de los dragones
Lo primero que consiguió el hombre de las cuevas fueron elementales medios de habitación en que resguardarse en el proceso de su vida diaria, avanzando lentamente hacia la consecución de techos a dos aguas o de planta redonda u ovoidal, para desembocar en los logros más exquisitos con edificaciones de mayor exornación, apareciendo de este modo variedad de elementos destinados a la consecución de comodidad, seguridad y belleza: tales eran los edificios sacros en que podemos cifrar algunos como muestras: cúpulas, palacios, pirámides, zigurats, cimborrios, torres, mastabas, mezquitas, sinagogas, catedrales, iglesias, capillas y tantos otros elementos de exquisita variedad. Entre esos elementos exornativos, que aparecen con frecuencia expresados en forma de gárgolas, es posible realzar el papel pictórico de las figuras de los dragones, cuyo inventario, de modo sumamente meritorio, lo constituye la introducción de los dragones, consiguiendo un efecto estructural, aunque a la vez simbólico o de carácter espiritual.
Seguramente que en la flor de tu memoria vendrá en tu ayuda una consideración que te facilite una explicación simbólica para el uso y aplicación de los dragones en soluciones de pinturas, sobre todo, en las relativas a nervaturas de la arquitectura, particularmente en cúpulas y nervios de las estructuras que destacan en la construcción tanto de carácter físico o material como espiritual o sobrenatural y hagiográfico y religioso.
Fijémonos en la manifestación literaria o simbólico-espiritual, partiendo de los frecuentados cuentos de hadas, donde los dragones tienen un papel destacado en la protección de la princesa o espíritu noble y bueno, que eventualmente se halla presa de los espíritus del mal, siempre dispuestos a comérsela o a eliminar al ser bueno al que responder, en contradicción al servidor de la maldad. El valor de signo se intensifica, si los elementos objeto de pintura se utilizan para destacar el papel interpretado por un soporte físico para seguridad de los nervios o bóvedas, a cuyo soporte, de modo simbólico, contribuirían los dragones con que se decoran las estructuras arquitectónicas.
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