Bóvedas con pinturas en la Catedral de Oviedo (II)
En mi entrega anterior, puse el acento en las pinturas de dragones que aparecen en muchas catedrales e iglesias dispersas por toda nuestra geografía y, singularmente, en el marco de nuestra Catedral. Dragones y estructuras arquitectónicas constituyen, como un cauce para la interpretación de las pinturas que representan dragones y que guiaron nuestra interpretación, considerando esos dragones como espíritus protectores o benéficos. Bóvedas y cúpulas pintadas guiaron nuestra vivencia y que venían a representar elementos de la naturaleza o afines, aun los inmateriales y que simbólicamente servían de soporte espiritual a la bóveda que era considerada como un elemento duplicado de la bóveda celeste, a cuyo sostenimiento contribuían los espíritus benefactores representados por las pinturas de los dragones, llevando a cabo una vivencia de seguridad para la bóveda o cúpula que virtualmente era posible sustentar con su carga de protección.
Sumario: Una investigación sumamente novedosa: dragones y vivencias de arte y arquitectura
Destacado: Los dragones guardaban y protegían a los mortales que vivían en la debilidad de cada día, los cuales, en la fragilidad, necesitaban de ayudas que socorrieran al necesitado de ellas
Los dragones guardaban y protegían a los mortales que vivían en la debilidad de cada día, los cuales, en la fragilidad, necesitaban de ayudas que socorrieran al necesitado de ellas. A tal efecto, aparece bien marcada esa necesidad e indigencia en los aspectos sustentantes. Los elementos y espacios pintados suelen ser los que corresponden a nervaturas o a tramos de bóveda, espacios que se apoyan en unas claves que, como tales, indican y se refieren al elemento sustentante más eficiente.
En la clave de las bóvedas, además de la pintura de los dragones, suelen pintarse y aparecer, con frecuencia, escudos heráldicos, interpretados como elementos obligantes a defender no solo los lugares vitales para la apoyatura de la catedral, iglesia, capilla o lugar sagrado, sino también las bases espirituales, sobre las que está fundada la solidez de la fundación, o para asumir las obligaciones hagiográficas o espirituales que ella comporta. La parte draconal se manifiesta en una boca de características horripilantes, concorde con las manifestaciones de los bestiarios, que se iluminan con frecuencia como tales, para realzar la Palabra de Dios, que, en ellos, se transmitirá en el contenido del elemento utilizado como sustentante. Cada nervio tiene su propio dragón, que tiene por misión propia dar seguridad al edificio en que se expresa. En el trasfondo se halla la belicosidad entre Miguel y Satán, siempre siguiendo la consigna del espíritu bueno: "Quién como Dios?" El "draco" en estos casos se convierte en espíritu protector y defensa de las estructuras arquitectónicas. Los dragones así representados se hallan en revolución contra Satán, su capitán infernal. Guardianes del Paraíso o guardias del cielo serán los que vigilen y salvaguarden, a través de la pintura, la copia o imitación de la bóveda del cielo.
La novedad del libro de Antonino y de Inmaculada supone esta nueva interpretación para ese conjunto enorme de pinturas en que podría cifrarse el alcance novedoso del inventario de los "dragones" realizado por sus autores.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

