La importancia de tener buenos compañeros
Cuando nos preguntan si estamos contentos en nuestro trabajo, normalmente valoramos cosas como el sueldo que cobramos a fin de mes, las pagas extra, los días libres, las vacaciones, el jefe que tenemos, la seguridad que nos aporta, etc.
Pero ¿y los compañeros?, ¿influyen estos en que nuestro día a día sea de una manera o de otra? ¡Por supuesto que sí! Tanto si son buenos como si son malos influyen. Pero hoy no voy a hablar de los malos, de esos que nos traicionan, que utilizan información confidencial para dañarnos y que no tienen ningún tipo de escrúpulos. Y no voy a hablar de ellos porque esos, cuando no tienen víctimas, ya se destruyen solitos entre ellos.
Hoy solo quiero a los buenos; por ello os hablaré de Lorena. Si hace unos meses me hubieseis preguntando quién es, os habría dicho que una compañera de Cangas de Onís, casada, con tres hijos, muy trabajadora y delegada sindical. Sin embargo, hoy puedo ir más allá y decir que, además de eso, no es una compañera, sino una muy Buena Compañera, con mayúsculas. Que tiene una ética y una moral que muchos quisieran para sí y que gracias, entre otra gente, a ella, he podido luchar por mis derechos y vencer a los que querían ponerme zancadillas.
A veces los buenos también ganan. ¡Gracias, Lorena!
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