Los pensamientos de Lewis
Toda una noche durmiendo me ha producido una especie de bienestar físico general, sobre todo en cuanto al equilibrio emocional y todo lo que ello conlleva, una paz, una alegría, una mente clara, que hace la vida un poco más fácil, tras unas jornadas de zozobra y desequilibrio físico y emocional.
Así se siente Lewis, tras permanecer tumbado en la cama de un hospital unas pocas semanas, creo que a él también le ha ocurrido igual. Ha aprendido a dar gracias por lo que la vida le da, aunque no sea lo que habríamos elegido en ese momento. La enfermedad nos humaniza porque nos hace asimilar su sentido más profundo y su porqué en nuestras existencias. Somos capaces de interpretar el concepto de dolor, que no implica sólo un dolor físico, sino también un dolor moral y mental.
Lewis siempre había creído que el dolor era sólo físico, pero cuando se vio postrado en la cama tantos días, uno tras otro, pudo captar mejor el significado de la palabra sufrimiento. En ese instante, algo divino se le presentó y una ráfaga lo inundó de una paz y una calma infinitas, y el amor inundó su débil corazón, y su alma se convirtió en un remanso de gratitud inmensa a Dios.
Han pasado unos pocos días desde entonces y ya le han comentado que el próximo lunes abandonará el hospital y jamás en toda su vida nadie, ni el mismo Lewis, se había sentido tan feliz. Acababa de ser tocado en el hombro por la mano del Dios en el que Lewis tenía fe cuando era un niño. Así hemos de ser las personas. Dios lleva tocando nuestro hombro desde que nuestras madres nos han llevado en sus vientres, pero a medida que crecemos, perdemos toda la sensibilidad en ese hombro y nunca volvemos a sentirla hasta que nos concentramos de verdad en querer tenerla otra vez. Sólo así, Dios nos la devuelve, porque volvemos a poner nuestra cara en el radio de su mirada y de su Amor incondicional por nosotros.
Lewis no sabe nada de esto, pero ahora su cara irradia alegría y paz.
Lewis les desea hoy mucha paz y mucho bien, que lo pasen bien y que se porten muy bien. La nota musical de hoy la pone Jerry Lewis y su hijo Gary Lewis, cantando una composición de los “Beatles”, “Help”. No nos olvidemos de ser felices. ¡Hala, con Dios!
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