Y tú, ¿cuántas pastillas tomas?
En las tertulias de la tarde, después de la siesta, esta era la pregunta que Manuela le planteaba a José Miguel todos los días.
José Miguel llevaba en la residencia unos diez años. Se vino con su mujer cuando ella no podía atenderlo en casa y vivieron juntos en una habitación hasta su muerte. Al quedarse viudo pasó a compartir la habitación con un compañero.
Manuela toma una pastilla blanca y pequeña para el "turrión", otra más alargada para la "famalgueira" de color azul. Otra de color rojo para la circulación de la sangre y otra para la memoria, pero no se acuerda cómo es.
La más grande de todas que también toma Manuela es para disminuir la presión de la sangre. También toma otra para el azúcar y además otra para dormir.
José Miguel se niega a contestar las pastillas que toma. Dice que es un secreto profesional y que el único que puede conocerlo es su médico.
José Miguel dice que sería muy bueno:
Que hubiera una pastilla para el dolor de huesos.
Que hubiera una pastilla para el dolor del alma.
Que hubiera una pastilla para el colesterol.
Que hubiera una pastilla para el azúcar.
Que hubiera una pastilla para la tensión.
Que hubiera una pastilla para el olvido, que hubiera una pastilla que trasformara el invierno de su vida en primavera, pero sobre todo que hubiera una pastilla que como en la película "Cocoon" al bañarlos en la residencia rejuvenecieran.
El día que un investigador descubra la pastilla que te haga volver a tener 20 años le darán el premio Nobel, decía muy convencido.
Yo creo que tendremos que esperar unos cuantos años, pero si os preguntan cuántas pastillas tomáis, no lo digáis, a nadie le importa, solamente a vuestro médico o médica.
También es posible que José Miguel tenga la conciencia "distraída" y no se acuerde de cuántas pastillas toma.
Manuela, que es muy sabicheira, se queda con las ganas de saber cuántas pastillas toma José Miguel.
Yo creo que a Manuela le gusta José Miguel y está pensando cómo de grande tiene que ser el pastillero. No os parece.
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