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Muchas ideas deshilvanadas que luego ustedes van a hilvanar una a una

6 de Febrero del 2024 - Charo Vázquez (Oviedo)

Hay tanto de lo que escribir hoy que empiezo por el siguiente titular, “La ley demográfica asturiana”, ahora, ¡siempre vamos tarde, después de que hayan emigrado miles de jóvenes! Luego ya veré cómo sigo y acabo esta epístola.

¡No sé en qué habéis estado pensando todos estos años atrás! He tenido alumnos, que incluye alumnas, ¡oh, no se pongan como locos!, que se han ido de esta tierra por no haber encontrado salidas profesionales. Alumnos que han obtenido becas en Estados Unidos o Suecia y se han ido donde los han tratado muy bien. Aquí sólo hay “pagas institucionalizadas”, porque nada más pueden ofrecer ustedes.

Los miembros del Gobierno del Principiado de Asturias sólo sabéis hablar de idioteces como alumnos, alumnas, hombres, mujeres, en eso habéis invertido el dinero de nuestros impuestos, en humo, ¡sólo en eso! Espero que a partir de ahora hagan un examen de conciencia y piensen en que la educación es el todo de un país. “Pasen” ustedes de tanta estupidez, como la de enseñar “la omnipresencia de las matemáticas”, donde aparece un llamativo texto titulado “Matemáticas contra el sexismo”: “Las matemáticas están en todas partes. Y como su propio género nos hace intuir, repelen el machismo y la desigualdad”. Risa me da.

Siento decirles que el machismo y la desigualdad desaparecen cuando hacemos a los alumnos pensar, eso y nada más debería importarles a los que “elucubran” esas leyes y las sacan no de sus cabezas, sino de sus axilas, esos libros de texto que lo que esconden es no enseñar, pero sí adoctrinar. A las mujeres no se nos trata como si fuéramos idiotas, porque no lo somos. Nacimos libres, vivimos libres y moriremos libres, pero siento disentir de estas leyes feministas y de las personas que las crean. No hay más que ver los líos que han ido provocando con la ley del sí es sí, ya no me molesto en escribirlos, porque ustedes ya los conocen.

Por otro lado, aparecen situaciones que nunca se habían conocido antes, hombres en la cárcel sin haber tenido ni un juicio, pero para otros, incluso con alguna que otra grabación, como son personas conocidas o hijos de alguien importante, pues pasa lo que pasa, que no pisan la cárcel y se quedan tan “pichis” y todo “por su cara bonita” y sus ilustres apellidos.

Con hombres que, con solo inscribirse como mujeres, entran en una cárcel femenina, ya ni me puedo imaginar lo que ocurrirá tras esas paredes. Esto, señores, no es la normalidad, es reducir al ser humano a convertirse en un animal, no una persona con derechos, como el derecho a la vida, el derecho a unos estudios en los que el alumno se forma mediante una educación en libertad, se le dan las herramientas, y se habla con los padres sobre las charlas que van a recibir durante todo el año. Quizás no todos den su consentimiento a esas charlas, porque eso es también el consentimiento.

Otro asunto que me quita el sueño es algo que me encantaría me respondiesen, ¿qué van a hacer con la ciudades de 15 minutos, que van a hacer con ese monedero digital, que incluirá nuestros datos médicos, sin ni siquiera habernos informado que ustedes nos han metido en la OMS? Eso se llama, en mi lenguaje de toda la vida, mentir, en letras bien Tonkín grandes. Lo están haciendo ustedes todo a la espalda de la población, como siempre hacen los cobardes.

Yo, en ningún momento he dado consentimiento alguno a que mis datos se compartan ni con la Unión Europea ni con la OMS, porque sabía, desde hacía bastante tiempo, qué iba a ocurrir. Esta es la razón por la que lo vuelvo a citar en una carta a la prensa, para que quede en un escrito público. No consiento que ni un solo dato médico o de cualquier otro tipo pase a ser parte de un banco de datos al que no quiero pertenecer, porque eso sería el control total sobre mi persona, soy libre hasta para decirles públicamente no lo voy a consentir. Por cierto, el Principado de Asturias, Consejería de Salud, aún no me han respondido, es decir, silencio administrativo.

El Partido Comunista y sus socios, algunos del PP, también están en el ajo, porque no abren la boca ni en el Congreso en Madrid, siempre saben lo que hacen, no me digan que ¿acaso se les había olvidado compartir esta información con la población asturiana, extremeña, valenciana, y demás partes de España? Pues no me lo creo, ustedes nos quieren meter bajo un sistema de falta de libertades total y absoluto. Esto se ve claro desde 2020, donde cada comunidad contagió o no, dependiendo del partido que las “des-gobernara”. Unas “imponen", porque yo lo valgo, la mascarilla por eggs, sin BOE, sin ley, pero por otras el virus las sobrevuela, pero no ataca en demasía.

¿Qué derecho tienen ustedes a imponernos las leyes que quieran según donde vivas? Yo quiero una España normal, con leyes normales para personas normales, sólo eso, vivir en una normalidad normal, no una anormalidad anormal y, me atrevo a escribir, también ilegal.

La ministra de Sanidad, Mónica García, cuando estaba en Madrid casi pegaba a Ayuso, no es santa de mi devoción tampoco, porque Ayuso imponía la mascarilla y “kakunaba”. Ahora, como ascendió a ministra de Sanidad, nos la impone a la fuerza, ¡porque ella lo vale!, sin BOE que sustente tal invención. ¿Nos están volviendo locos por algún motivo?, ¿quizás les pagan por ello, por ejemplo?

Sean políticos comprometidos con España, hagan normas normales, pujen fuerte por su país y, si no se sienten lo suficientemente preparados, váyanse a sus paraísos tropicales a meditar para el resto de su vida. No nos tomen por idiotas, porque la población está hartísima de tragar, de la subida de la vida por la guerra de Putin, por la gran bola del “clima cambiático” y las subidas de las pensiones, suben un porcentaje y luego suben el IRPF, mi padre, por ejemplo, no es tonto y sabe que lo freirán, como a todos, y que devolverá al estado-que-todo-lo-ve-y-lo fisga un 18%, aunque se la hayan subido un 3%. Recuerden el anuncio “Yo no soy tonto”, pues lo somos.

Por cierto, ¿por qué llevan un largo tiempo regulando los “neuroderechos”?. Yo, siempre muy mal pensada, supongo que tiene que ver con el control absoluto y tiránico hacia los ciudadanos por parte de estas élites de Davos, a las que yo detesto enormemente y cada día un poco más. Y les pondré un ejemplo de desprecio hacia el ser humano, Harari, uno de los portavoces del “Foro Económico Mundial” no hace mucho ha comentado, traducido del inglés: “¿Qué haremos con toda esa gente inútil?... son básicamente intrascendentes, sin valor alguno en la vida... mi mejor suposición sería una buena combinación de drogas y juegos de ordenador... las drogas serán todas, las legales y las ilegales...”

Lo dejo ahí, busquen, si yo he sido capaz de organizar en mi mente lo que he ido encontrando estos últimos años, ustedes también lo hallarán, lo prometo.

Mi última pregunta al presidente del des-gobierno español es: ¿todo el mal que ha estado haciendo a España lo hace por dinero, por prestigio, por venganza, por qué lo hace, pues me gustaría saberlo? Jamás ha habido ningún presidente de Gobierno en este país que disfrute tanto de los elogios como detesta que se le lleve la contraria. ¿Nadie de su entorno le dice que lo que quiere implantar está mal?, pues va a dejar a su país con los pies en el fango, del que, gracias a usted, nunca podrá salir.

Busquen de nuevo “Foro Económico Mundial” Davos 2024, del 15 al 19 de enero, hace tres semanas, escuchen y busquen, hasta Máxima de Holanda se permite las siguientes palabras: “El jueves pasado, en Davos, la reina holandesa continuó su cruzada para lograr la adopción universal de la identificación digital porque cree que es buena para todo, desde para abrir una cuenta bancaria hasta para inscribirse en la escuela”. Pero añadió algo más. Máxima también hizo alusión a los beneficios de la identificación digital como herramienta para proporcionar pruebas de vacunación. En este sentido afirmó que la identificación digital es buena para saber “quién recibió realmente una vacuna o no”.

Me despido dando las gracias a este periódico y a todos los posibles lectores de esta carta. Les deseo paz y bien, pórtense bien y, a pesar de las dificultades que nos hacen padecer algunos malvados “personajes” en estos momentos, pásenlo bien y sonrían mucho, no quieren que seamos felices.

Ya me despido, como hago siempre con música, otra vez David Bowie, “Wild is the wind”, una obra que Dimitri Tiomkin y Ned Washington habían compuesto en 1957 para la película del mismo título. ¡Hala, con Dios!

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