¡Verás cuando se entere Sánchez!
Se me ocurrió preguntarle a mi vecino del 5.º, pendiente de recibir su cheque mensual de asistencia social, qué le había parecido la sonrojante entrevista de Ferreras a Sánchez en La Sexta.
"Bien -me dijo-, rozando la perfección".
"¡Mecagüenla...!".
Claro, vecino, que resulta muy difícil ser rebelde cuando tu trabajo e hipoteca dependen de que no seas rebelde.
Personalmente, me convenzo cada vez más de que Pedro Sánchez, sin poner en duda su cordura básica, es un marciano en un planeta equivocado en el que algún día, alguna vez, aparecerá su nave nodriza y le llevará de regreso a casa para siempre.
El gran polarizador que es nuestro presidente ha rubricado su entrevista televisiva con esta amorosa y fraternal frase dedicada a PP y Vox: "Es esa conjunción de políticas mediáticas de la ultraderecha para crear odio, crispar, polarizar...". Fuerte, ¿eh?
Siguiendo con la entrevista con Ferreras, no me parece de recibo que el "presi" se relaje con gracietas extemporáneas, hasta el punto de sentenciar, urbi et orbi, que o estás con la amnistía o estás con los que quieren ir a la confrontación directa con Cataluña y el País Vasco; o respaldas mi política económica de gasto expansivo o eres un austericida; o me aplaudes o eres un fascistoide; o socialista o falangista; o PSOE o muerte; sanchosfera o fachosfera; con el puño en alto o con las zorras...
¿Zorras, dice? ¿Le resultaría divertido a alguien que llamasen "zorra" a una mujer en la calle, a una prima, a su hermana, a su madre? ¿En qué estabas pensando, Presidente?
No es casualidad esta última referencia cuando, ironizando sobre su preferencia por la canción seleccionada para Eurovisión, "Zorra", de "Nebulossa", dice Sánchez: "El feminismo es justo y es divertido. Yo entiendo que a la 'fachosfera' le hubiera gustado tener el "Cara al sol", pero a mí este tipo de canciones me gustan más".
Servidor, sin ningún ánimo de crispar ni polarizar, preferiría una aclaración contundente y definitiva sobre el "Tito Berni" o el "Pegasusgate". Me gusta más.
Quizá le resulte gratificante a nuestro presidente, en un momento de paz interior, preguntarse qué dirán Susana Díaz o Elena Valenciano o la Asociación contra el Borrado de la Mujer, socialistas a quienes no les gusta la "Zorra" de Eurovisión, ante esta banalización del feminismo por la manera de desvirtuar, ridiculizar y trivializar una lucha reivindicativa de muchos años, convertida en un circo misógino y chusco para aduladores sin prejuicios.
O qué dirán los ninis, votantes masivos de la eurovisiva canción, ignorantes de que utilizar esta palabra para dirigirse a una fémina les puede llevar ante un juez a dar explicaciones por referirse a una mujer como "zorra", sinónimo de mujer "muy taimada, ladina, pícara, cuca, astuta, solapada...", y esos sinónimos más fuertes que le vienen a la mente.
De momento, Monserrat Moix, delegada de Igualdad, no ha podido superar la vergüenza y ha dimitido: "Pido perdón a las víctimas de violencia de género. 'Zorra' ni es empoderamiento, ni es feminismo". No, Sánchez aún no ha dimitido... ni Marlaska.
En un mundo donde la verdad es satánica y la mentira es piadosa, es como para preguntarle a nuestro presidente si también él sentiría vergüenza si se viera a sí mismo tal cual lo vemos sus súbditos habituales.
Saludos cordiales.
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