In memoriam: Miguel Ángel Gómez González-David Pérez Carracedo
Fallecimiento de dos guardias civiles. Dos compañeros fallecidos. Emisoras, cadenas de televisión y redes sociales la difunden. Al parecer, fuentes oficiales certifican la noticia. ¿Eufemismo intencionado?
Arturo Pérez-Reverte enluta su perfil con un crespón en el que clava el emblema de la Guardia Civil. Aclara lo acaecido en el puerto de Barbate. Asesinato de dos guardias civiles. Dos guardias civiles asesinados. Encuentra las palabras adecuadas no por académico de la Lengua, que lo es, sino por dignidad, que la tiene. Una narcolancha rápida, potente, pilotada por asesinos, bestias -creo que excluyó lo de personas adrede- descerebradas y narcotraficantes de inteligencia corta, embisten contra la patrullera -no pasaba de zódiac- de la Guardia Civil que flota pero sin opción de maniobrar, quizá por mor del presupuesto. "Paso corto, vista larga y...". Es Goliat contra David, pero un David sin ni siquiera honda.
Desde la orilla en alto, un grupo de inimputables, no de Barbate dicen, como masa borreguil de pan y circo romano, jalean las grotescas cabriolas y piruetas ejecutadas por la narcolancha, sin más fundamento -no transportaban droga- que su estupidez.
Habla también D. Arturo de cobardía y pasividad. No se refería a la Guardia Civil, tampoco a los narcos. Él es historiador y avispado analista del pasado, del presente y del futuro que le espera a nuestra España. "Y la cobardía sigue naturalmente. Les falta decir que murieron de muerte natural por ser guardias civiles".
David, Miguel Ángel, el honor os obligó a permanecer en el sitio al que os llevó el deber. No quisisteis abandonar la empresa que sabíais inútil, porque os faltó valor para dar opción a la huida. Fuisteis valientes con el estoicismo del que ve molinos y no gigantes, lo que revaloriza exponencialmente vuestro arrojo, pundonor y valentía.
Solo resta comunicaros que la Guardia Civil ha detenido a los que cobardemente os asesinaron e identificado a los que jalearon y se burlaron de vosotros atrincherados en la distancia.
Y paradoja de la sinrazón: la Guardia Civil protege la seguridad de vuestros asesinos acompañando sus traslados no por temor a su fuga, sino para evitar que los linchen.
"España, escucha: Miguel Ángel, David y la Guardia Civil son así". ¡Qué buenos vasallos si...!".
Adolfo Soto Madera
Oviedo
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