El papel de la monarquía actual
La Corona actual, viniendo de una historia predemocrática en su origen, se ha demostrado capaz de liderar cambios y ser ejemplo de permanencia de una nación histórica plural.
Es glamur, símbolo de unidad del Estado, jefatura de las Fuerzas Armadas, actos debidos, conexión con todos los sectores sociales, desde su atalaya de interlocutor confiable.
En derecho, el gran catedrático constitucionalista de nuestra Universidad de
Oviedo, Ramón Punset, nos hablaba de la Monarquía parlamentaria como evolución muy superadora del "dualismo monárquico", emanada de una larga tradición, adaptada a los grandes cambios democráticos liberales. En la práctica, una suerte de "monarquía republicana", donde el rey no es un órgano constituyente sino constituido
por la propia Constitución española, y "Corona" es simplemente el nombre
que recibe el carácter vitalicio y hereditario de una Jefatura de Estado, que
asegura estabilidad, conocimiento profundo de la naturaleza humana en
sociedad y de la diplomacia, con relaciones internaciones fluidas y vínculos
cosmopolitas admirables y que solo pueden hacer bien a una España que
se abrió al mundo a través del proceso transformador de la Transición. Es
cierto que la democracia como ideal de participación y gobierno del pueblo
es republicana, pero creo que la monarquía es más estabilizadora, pues, errores
y despropósitos aparte, la hoja de servicios de la Monarquía parlamentaria democrática es muy brillante, por su carácter conciliador, moderador, que sirve de muy valiosa argamasa al mosaico sociológico de nuestra España fuertemente regionalizada.
En favor de la concordia, la cultura, la ciencia, el mecenazgo, las obras sociales
y humanitarias, la presencia del Estado-nación español en todo tipo de eventos, organizaciones, foros mundiales de entendimiento entre los pueblos del mundo. Los españoles no somos muy dados a escucharnos y dialogar civilizadamente, a consensuar. Ha habido demasiados momentos de falta de sinergias constructivas, de inciviles abismos y enfrentamientos cerriles. Para mí, como para la clara mayoría constructiva de los españoles, el papel de los actuales Reyes de España y la Casa Real como ejercicio de un "poder simbólico" por encima de disputas partidistas otorga confianza y paz. La monarquía española actual, huelga decirlo, es una monarquía cercana, similar a la de países como Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Noruega, Suecia, Países Bajos.
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