Ayuso ha tenido un error muy grave, Sánchez también; familiares y sociedad, mucha hipocresía
Aquí mucho culpar a Ayuso de las muertes de las residencias, pues les diré algo, somos todos culpables, el primero este Gobierno por permitirlo, aunque las competencias fueran integras de las comunidades. Luego la sociedad cobarde que lo observó desde los balcones, qué decir de los familiares, si querían protegerlos, ¿no estaban mejor con ellos en casa?
Ayuso será culpable si lo dice un juez, pero quemarla en la plaza mayor, en las redes, por la chusma acojonada por aquel entonces, que dejó a sus familiares al cuidado de otras personas en esos momentos tan siniestros para todos, es de traca barata. No me dirán que salvo excepciones, lo que se dice muy queridos, queridos del todo, como que no. No trago.
Nos superó a todos aquella pandemia en un principio. A Ayuso también, no había habitaciones, los sanitarios desbordados, tampoco medios para atender a quien ingresaba. Tomó una decisión incorrecta y hasta cruel, pero ¿Me pueden decir cuántos murieron en los hospitales, cuántos en otras residencias de otras comunidades? Ya sé, ustedes son perfectos y perfectas, tanto que lo observaban todos desde casa agazapados, ahora todos muy valientes.
Hay que ser muy cobardes para abstraerse y no asumir nuestra propia cobardía.
Los familiares ni que decir. Si querían protegerlos, tenerlos en casa: hipócritas.
La culpamos a ella de nuestra mala conciencia colectiva. Usted, señor Sánchez, también.
Pedro y su Gobierno ¿qué hicieron al respecto? Resulta que puede perdonar a delincuentes, pero no puede proteger a los ancianos si así viera que fueron agredidos en sus derechos como ahora todos claman.
A mí me rechinó aquella forma de repartir posibilidades de vida, de curación. Pero como todos ustedes, sentía que era una situación para no saltarse las directrices, no solo corría peligro nuestra vida, estábamos en un estado de excepcionalidad colectiva, confinados, poníamos en riesgo por contagio a otras personas que por su singularidad lo pagarían caro. Así ocurría con los residentes de esas residencias por edad, salud precaria y, por qué no decirlo, por abandono social y familiar.
No defiendo a Ayuso, solo pretendo acallar a tantos verdugos perfectos que, sin jueces y juicio, ya dictaron sentencia.
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