El funcionamiento de la justicia
En el año 2008 el funcionamiento del Ministerio de Justicia ha sido afectado por una prolongada huelga de funcionarios que motivó la casi total paralización de su actividad, con la consiguiente acumulación de sentencias pendientes. También se detectaron fallos en la tramitación de casos penales que han producido consecuencias fatales. Las sanciones que el Ministerio de Justicia impuso motivaron reacciones dispares tanto en los sectores del propio Ministerio como en los medios de comunicación y ciudadanos. En 2009 está presente una posible huelga del escalón más alto de los funcionarios del Ministerio de Justicia. Todo ello confirma la urgente necesidad de que los responsables de dicho Ministerio tomen iniciativas que mejoren apreciablemente su eficacia y rendimiento actuando de forma coordinada, ágil y eficaz. No se trata sólo de aumentar el personal, sino de estudiar todas las fases y pasos que componen los procedimientos administrativos y penales que constituyen la materia con que trabaja la justicia y tratarlos como indican los expertos en organización del trabajo cuando actúan en cualquier otra actividad productiva o de servicios, cuando se les requiere para aumentar su productiviad. En realidad, un Juzgado tiene en común con actividades productivas o de servicios muchos más aspectos de los que pudiera parecer. Esencialmente un Juzgado es, aparte de proporcionar al ciudadano los servicios de tipo administrativo que solicite, una "fábrica" de producir sentencias y al mismo tiempo, por los materiales que utiliza, está identificado con los de una empresa de servicios. Tanto en un aspecto como en el otro pueden aplicarse los sistemas de organización del trabajo que utilizan las empresas de fabricación de productos y las empresas de servicios.
Hace días aparecieron noticias en la prensa relativas a medidas que se tomarían en los juzgados para tratar de eliminar los retrasos actuales y con ellos los expedientes pendientes de resolución. Me parecería mucho más prudente que antes de cualquier nueva actuación parcial el Ministerio de Justicia se pusiese en contacto con empresas de organización del trabajo que estudiasen los métodos y procedimientos que, dentro de las leyes, aligerasen el funcionamiento de las actuaciones judiciales. Ello exigiría que los nuevos métodos tuviesen un soporte informático máximo y un período de formación de personal necesario para manejar el conjunto de las nuevas herramientas. También debería tenerse en consideración el estudio de los puestos de trabajo y la categoría de los funcionarios que deben ocuparlos. Conviene recordar, en la organización de personal, que el "producto final" (las sentencias) las "fabrican" (las dictan) los jueces, el máximo escalón del sistema productivo judicial. Ello supone que los jueces difícilmente pueden asumir la tarea de control e impulso de los expedientes, por lo que parece necesaria la presencia de un "gerente" o "director de producción" que se encargue del funcionamiento del sistema. Si esta labor ya la realizan los secretarios del Juzgado, deben implicarse a fondo en la nueva organización que proponga la empresa de organización.
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