La hermana Cecilia Naranjo
El día de ayer en la presentación de la política pública para el diálogo social la viceministra del Interior de Colombia Lilia Solano, hacía un homenaje a la hermana Cecila Naranjo, por su compromiso con las personas empobrecidas y con la transformación de las estructuras sociales.
Cecilia Naranjo, de Justicia y Paz (Comisión Intereclesial), había estado conmemorando el 25.º aniversario de Monseñor Romero en el salón de plenos del Ayuntamiento de Siero (en un acto en el que estaba presente Luciano Romero Molina, líder sindical que a su regreso a Colombia sería asesinado pocos meses después).
Cecilia Naranjo acompañó a delegaciones asturianas a los territorios, particularmente para visitar comunidades de paz en el Chocó-Urabá.
"Ceci", proveniente de clase media de Manizales, estudió en Roma, y tuvo que exiliarse a Brasil cuando la persecución arreció contra las comunidades de base.
Ha dedicado su vida al acompañamiento a las víctimas del conflicto armado colombiano y las comunidades desplazadas por la guerra.
Durante 32 años tuvo como compañera a la hermana Cecilia González RSCJ, y con ella pudio realizar el cambio hacia una pedagogía y una teología de la liberación, acompañadas por las comunidades y por la gente que se comprometió a dar la vida por un mundo diferente.
Cecilia en la mencionada actividad en Siero recordó y defendió los mismos valores que en vida proclamó el monseñor (ahora declarado santo por el Vaticano), entre ellos la lucha por la paz y contra el militarismo.
Cecilia Naranjo acompañó a un par de delegaciones asturianas, en la verificación de derechos humanos en territorios lejanos, repletos de paramilitares, en Urabá, Jiguamiandó, Curvaradó, donde Justicia y Paz acompañaba y acompaña a las comunidades, y en otras delegaciones asturianas aportó testimonios de personas que tuvieron que huir de esos territorios y buscar protección en la capital.
Hace dos años presentaba un libro, "Caminantes del amor eficaz para sembrar paz", en el auditorio Camilo Torres de la Universidad Nacional.
En 2006 caracterizábamos la valentía demostrada de Cecilia y la gente de Justicia y Paz en ese acompañamiento a cuerpo a las comunidades.
A sus 86 años Cecilia sigue dando lecciones de compromiso y dignidad, y desde Asturias estamos en deuda con ella.
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