Cosas que van a cambiar
Según se van conociendo los detalles sobre la prejubilación del minero Marroquín, la indignación crece. Por lo visto, este señor, que no ha pisado una mina en su vida y que tiene la edad perfecta para realizar un trabajo de despacho como es el suyo, va a recibir de los impuestos que pagamos los españoles 250.000 euros de golpe y más de 3.000 de prejubilación mensual y, además, podría dedicarse a las actividades que le convenga.
Mientras tanto, el Gobierno socialista anuncia todo tipo de recortes comenzando por las pensiones y los pensionistas.
Subtítulo: Marroquín-Paloma Sainz, la pareja perfecta del socialismo asturiano
El asunto es grave y más aún considerando que este personaje y su señora, doña Paloma, la candidata socialista a la Alcaldía de Oviedo, son algo así como la pareja perfecta del socialismo asturiano.
Atrás quedan todas la irregularidades del IDEPA, entre las que destaca la operación de Venturo XXI en la que unos buenos amigos de la pareja Marroquín-Sainz se llevaron varios millones de euros del IDEPA y de los fondos de formación regionales y a cambio dejaron a cien familias en el paro.
Tenemos aquí el retrato perfecto del socialismo en Asturias. Del socialismo de Areces y que confío diste mucho del de Javier Fernández.
En vez de desear a Marroquín salud y suerte en el futuro, que es lo que ha hecho, Javier Fernández debería de salir condenando todo esto porque de lo contrario la sociedad asturiana debe entender que el candidato socialista asume la conducta de esta pareja de privilegiados. Y condenar no es suficiente: tiene que apartarlos de toda actividad política.
Si Javier Fernández deja pasar esta oportunidad, estaría poniendo en evidencia que su política es una continuidad de la Areces. Pero este vergonzoso ejemplo de los «Marroquines» en el momento en el que se anuncia la congelación y la reforma de las pensiones resulta todo un símbolo; un símbolo de lo que no puede seguir ocurriendo, de lo que hay que cambiar y de lo que va a cambiar con el Partido Popular.
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