Israel sufrió un atentado despiadado, la respuesta es obligada
Los países que hemos superado la barrera del sometimiento por tiranías y religiones no podemos relajarnos, tampoco pretender imponer democracias a nadie (más allá de que pensemos que es la mejor forma de gobierno posible a pesar de sus imperfecciones). Pero, ¡ojo!, si no respondes a provocaciones y actos terroristas con contundencia y proporcionalidad, esas sociedades que tienen menos que perder en comodidades y libertades pueden poner en serio riesgo al mundo avanzado en igualdad y derechos de todos ante oportunidades, ante las leyes y ante posibilidades.
Por todo ello, Israel, que sufrió una invasión terrorista cruel y desproporcionada como jamás hemos visto, donde mataron y masacraron a más de 1.200 personas, familias enteras, jóvenes y civiles inocentes, miles de heridos y más de 200 rehenes secuestrados. Asesinaron no solo a israelitas, fue contra todo el mundo occidental y democrático, cientos de esas víctimas eran de otros países. La sociedad no puede pretender dejar sin castigo el más cruel de los atentados con desproporciones vengativas y brutalidad sin parangón contra niños en presencia de sus padres, contra padres en presencia de niños... Y todavía hay quien pretende que Israel deje sin castigo tal impiedad y terror.
Es cierto, debemos apostar por la paz, pero esos canallas deben soltar a todos los rehenes y entregarse. Israel debe usar la proporcionalidad y evitar daños colaterales que sobrepasen lo humano, pero no pueden quedar sin castigo a los que hicieron esa barbaridad. Los palestinos se deben desarraigar de esos terroristas de Hamás, están también sometidos a ellos, los amparan, protegen y justifican. Esos dos pueblos deben disfrutar de terruño propio reconocido por todos, y de una vez por todas los mandatarios de todo el mundo deben conseguir una cumbre por la paz allí, en Ucrania y para todos.
Pero no: vemos al nuestro y otros mandatarios convertidos en los mayores cobardes belicistas, dando armas para que combatan otros, y prolongar la agonía de una guerra que Ucrania no ganará jamás. También es cierto, sería un riesgo de guerra generalizada el mandar tropas de apoyo allá, por eso solo caben la diplomacia y la negociación sin límite y tiempo. Hay que acabar con estas guerras como sea. Como sea, hablando y reuniéndose día y noche con los implicados, que somos todos.
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