Un grito desesperado por la sanidad en Asturias
Me dirijo a todos ustedes para compartir una experiencia desgarradora que refleja la situación de la sanidad en Asturias, una problemática que, lamentablemente, muchos conocemos de primera mano. Hace dos años, mis padres se vieron afectados por problemas cardíacos que desencadenaron una serie de eventos que nos sumieron en una pesadilla.
Mi padre fue víctima de una negligencia médica que casi le cuesta la vida. Después de ser enviado a casa en dos ocasiones desde Urgencias del Hospital de Cabueñes sin un diagnóstico claro, presenciamos cómo su salud se deterioraba día tras día. Finalmente, fue ingresado tras sufrir un infarto y dos ictus. El segundo caso fue el de mi madre, cuyo calvario comenzó en octubre de 2022. Nuevamente, el Hospital de Cabueñes nos dejó sin respuestas, enviándola a casa con la sensación de que ya no “podían” hacer más por ella, y nos derivaron al HUCA.
Pasaron varios meses llenos de angustia, con visitas constantes a Urgencias debido a problemas respiratorios graves. La situación se volvía insostenible. Fue entonces cuando decidimos acudir a un cardiólogo privado, quien con una simple media pastilla logró una mejoría sorprendente para mi madre. A pesar de la derivación al HUCA hace un año, aún estamos en lista de espera para que puedan brindarle el tratamiento adecuado. Esta prolongada incertidumbre ha afectado profundamente la salud mental de mi madre, quien ahora lucha contra la depresión.
Mi desesperación y súplica son compartidas por muchos. No creo que tengamos malos médicos, sino que el sistema de salud actual no permite que estos profesionales ejerzan adecuadamente su labor. Urge un cambio significativo que garantice un servicio de calidad y tiempos de espera razonables. No podemos permitirnos seguir viendo a nuestros seres queridos sufrir en medio de la burocracia y la falta de recursos. Es hora de que nuestras autoridades tomen medidas concretas para mejorar la situación sanitaria en Asturias.
Agradezco sinceramente a quienes me han dedicado su tiempo para leer esta carta. Juntos, podemos alzar la voz y exigir un cambio que beneficie a todos los ciudadanos.
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