Truébano, el Cristo y la transparencia
Recientemente ha salido publicada en la prensa la intención de realizar en este año la demolición de los edificios más importantes del viejo e histórico HUCA, conocidos originariamente como Hospital General y Residencia Sanitaria. Y me hago varias preguntas: ¿para qué?, ¿y después, qué?
¡¡¡¡OJO: Habría que poner el cargo detrás del nombre!!!!!
Canteli está enfadado porque el Principado y la Seguridad Social (los otros propietarios) se hacen los remolones. Desde hace ocho años se han sucedido diferentes hipótesis que habían cuajado en un documento de prioridades que contemplaba un proyecto especulativo de 800 viviendas en los terrenos ocupados por el actual cuartel de la Policía. El tiempo ha demostrado que aquello era una versión actual del popular «cuento de la lechera». En primer lugar, el acuerdo marco entre el Principado, el Ministerio del Interior, la Seguridad Social y el Ayuntamiento no se llegó a firmar en el plazo establecido, quedando anulado y, consecuentemente, sin efecto. Posteriormente, el Ministerio del Interior, uno de los propietarios, dio la primera espantada: el cuartel ya no se iba a demoler y las 800 viviendas que constituían la parte más especulativa y uno de los vectores de financiación del plan certificaron su defunción. Tras varios desencuentros entre el resto de los primitivos actores y la aparición de otros advenedizos, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid (la Justicia y la Universidad), finalmente se anuncia la demolición, apremiados, sin duda, por el estado de abandono y consiguiente deterioro progresivo del viejo HUCA, saqueo e incendio incluido. Y ahora surgen las preguntas siguientes: ¿cuál es el nuevo plan?, ¿cómo se va a financiar el nuevo plan?, ¿cuál es la planificación del nuevo plan? Sin duda, la demolición es una línea fundamental del nuevo plan, por el elevadísimo coste que representa, pero el resto de líneas del plan son desconocidas, incluso en la web de Urbanismo del Ayuntamiento de Oviedo aún figura el primitivo documento de prioridades. Por cierto, es hora de que lo retire, señor alcalde, y le pregunto: ¿para qué quiere usted demoler estos dos edificios?, ¿tras la demolición, cuáles son las actuaciones siguientes?, ¿cómo se va a financiar el nuevo plan?, ¿se van a presupuestar, por fin, las indemnizaciones por los derechos de los herederos de los expropiados, si al final se llega a producir, como aventuro, el cambio de uso de los terrenos expropiados? Es revelador el cabreo de Canteli condensado en su reciente frase: «La Universidad irá allí (al Cristo) cuando gobierne Carolo». Es muy oportuna y reveladora, pero, mientras tanto, a los carbayones nos siguen manteniendo «a oscuras» y tenemos todo el derecho del mundo a conocer con todo detalle los nuevos planes, por una razón muy sencilla: "somos los que pagamos". A esto se le llama TRANSPARENCIA. Me permito recomendarle, señor alcalde, que tenga cuidado con el «modus operandi» del resto de actores. No se fíe: me viene a la mente el reciente «caso Koldo».
Francisco Santirso Vázquez
Coordinador de la plataforma "Truébano Exige Justicia"
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