Noreña siempre suma
He tenido hace unos días con exalumnos del Instituto de Noreña un encuentro muy singular. Experiencia sin duda a añadir a las más inolvidables. En ese encuentro nos tomamos el tiempo como si dispusiéramos de todo el tiempo del mundo. Una gozada. Así, en su compañía, no solo perdí el sentido del tiempo, sino que me desveló cómo a su paso a todos nos había diferenciado menos. Solo éramos un nosotros.
Juntos recordamos nuestro pasado común allá por los finales de los sesenta, años de apertura y revueltas, cuando para nuestras oscilaciones anímicas el dilema a resolver parecía ser ante todo el de o estructuras o individuos. Pero, por otra parte, nuestro sincero sentimiento permanecía identificado ante todo con el dolor ajeno; aunque mistificáramos mucho y aún no acertáramos a sumar posiciones opuestas. Pero, con todo, de aquella generación salieron verdaderos cerebros. Puede ser que aquel mundo tal vez a algunos pueda parecer un mundo ya lejano; pero para nosotros nunca muerto.
Pasaron los años. La gente suele estar muy informada de cosas que no entiende, por lo que es de agradecer el encontrarse con estos amigos que con claridad nos dicen que no hay peor globalización que la de la frivolidad y la hipocresía. Bien saben vivir con los ojos abiertos y de un modo lúcido.
Por lo demás, se veía cómo muchas cosas han envejecido, pero que el espíritu de este grupo ha rejuvenecido. La verdad es que Noreña siempre fue un aula abierta en la que siempre se suma. Por lo que se ve, aquí nadie ha desertado, se vive la preocupación por esta España un tanto desquiciada. Y, ante el incalificable dolor ajeno, el grupo sigue abierto a las necesidades de su prójimo. Nadie debería ignorar el sentido humanitario de este grupo, de esta Noreña que permanece inalterablemente joven.
Y para terminar: solo sentí la no presencia de aquellas alumnas del Femenino, tentaciones soñadas antes y hermosas realidades de ahora. Y aún más: bueno sería poder escuchar en próximas reuniones a nuestros sabios o intelectuales compañeros o compañeras. Con ellas y ellos Noreña sin duda seguirá sumando.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo