Bienvenido al club de los excéntricos
Si tiene la suerte de no ser hipocondriaco, quizás pueda leer sin pestañear, una descripción estándar de "efectos secundarios" de cualquier medicamento, desde una aspirina hasta una píldora de última generación: "Puede causar dolores de cabeza, dolores corporales, pérdida de apetito, mareos y, ah, sí, ocasionalmente puede causar problemas cardiacos, problemas hepáticos, derrames cerebrales o la muerte". Ocasionalmente.
A medida que me voy cargando de años, me voy cargando también de dudas (convicciones, en algunos casos), hasta el punto que, cuando tengo el día cruzado, creo que los exámenes físicos y analíticas son una estafa para encontrar problemas que todavía no necesitan solución, al tiempo que aumentan los ingresos diarios de mis proveedores médicos y farmacéuticos.
¿Por qué creer que un médico puede encontrar algo malo en ti cuando le dices que estás bien? ¿Llega tu paranoia hasta el punto de llevar tu coche, que "va como la seda", a un mecánico oficial para que, cada dos por tres, le haga una revisión, a ver si le encuentra "algo" malo?
Mi primer error fue ir al médico cuando ni siquiera estaba enfermo. Eso es estúpido. Pienso que la única razón para realizar "exámenes" periódicos o anuales es que se puedan promocionar los medicamentos y se puedan realizar pruebas costosas, a menudo invasivas, innecesariamente.
Claro que soy, o fui hasta ahora, bastante saludable en general, pero me veo y me reconozco sucumbiendo lentamente a los gloriosos efectos del proceso de envejecimiento.
La última vez que estuve en el Centro de Salud, el médico me hizo sugerencias para las vacunas contra la neumonía, la gripe y el herpes zóster. Las rechacé todas, como lo he hecho durante años. Incluso figura en mi historial médico la leyenda "el paciente se niega a tomar este medicamento" (estatinas).
Al respecto permítame hacerme eco de un reciente estudio de la Escuela de Medicina de Harvard, por el que demuestra que las galletas de Oreo de Nabisco son dos veces más efectivas para reducir el colesterol "malo" que las estatinas de alta intensidad.
Sea como fuere, la medicina preventiva hace que la medicina alopática y naturopática sean medicinas de la edad de piedra, incluso la mayoría de las operaciones podrían evitarse, evitando los estilos de vida suicidas y autodestructivos con los que estamos lidiando cada día: deshidratación por agua del grifo, malas dietas, pesticidas, transgénicos, productos químicos, esclavitud, asesinatos en los medios, desinformación en los medios, etcétera.
Sí que reconozco, por evidente, que el desarrollo de la microcirugía ha supuesto un avance significativo en los "procedimientos" (término que parece haber reemplazado a palabras más espantosas como "operaciones" o "cirugías"), que se han vuelto claramente más eficientes, mejorando los métodos de muchas intervenciones que antes eran muy invasivas y representaban un gran riesgo, sobre todo para los ancianos y los enfermos crónicos. "Al César, lo que es del César..."
Saludos cordiales.
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