El íntimo susurro de la primavera
Como sin darnos cuenta, como para que podamos seguir soñándola, sin alardes emerge esta primavera. Lo hace como queriendo borrar la irracionalidad de nuestro mundo; como queriendo unirnos a los hombres por encima de tantas inútiles barreras. Ay, para advertirnos de que es necesario el sueño de nuestra capacidad para no destrozarnos unos a otros. Por muchas razones, de nuevo, como año tras año, la hemos de recibir con íntima gratitud.
¡Hace tan poco hemos celebrado la Semana Santa y la Pascua! Los cristianos las han celebrado a la búsqueda de la confianza y la bondad contra el miedo y la destrucción. Hay imágenes que han de volver a florecer en cada primavera. Pienso que queriendo volver una y otra vez al recuerdo de la Cruz y la Resurrección, esperando que les hagan vivir de forma nueva.
Estrenando la primavera con un eclipse solar, también nos han mostrado imágenes de ese otro mundo del que somos diminutos átomos, inabarcable y misterioso. Imágenes grandiosas sin nunca aclarar. Posible sueño de una primavera eterna.
Imágenes también de nuestra naturaleza más próxima y bella. Sabia y misteriosa como la primavera. La que un día nos lanzó a la vida y nos dejó solos y llenos de preguntas. Pero, sin embargo, capaces de vivir y celebrar las primaveras, y confiados de que ante tanto misterio en alguna parte alguien responderá a nuestras preguntas. La primavera aún guarda el secreto de lo que somos capaces.
El más sincero de mis amigos me habló un día de la experiencia sexual de su amor como de una experiencia religiosa fundamental. Era un poco aventurero de espíritu. El amor, como la primavera, nos hace ver al otro en forma divina.
Tendremos que volver a soñar, a celebrar, en encuentro humano, la humanidad y la ternura. Abriendo ojos al silencio de ese texto que es la naturaleza; o dejando soñar a nuestro corazón con esa melodía que quiso siempre componer con su vida.
Ceferino Suárez de los Ángeles
Avilés
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo