La Nueva España » Cartas de los lectores » Los pueblos amantes de la paz

Los pueblos amantes de la paz

3 de Mayo del 2024 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

Deberían amarse entre sí y colaborar para dar paz fraternal a todos los seres humanos. Pero, además de este consejo cristiano, fue Arnold J. Toynbee quien mejor aconsejó: "Lo que la situación evidentemente exige es una asociación voluntaria de los pueblos amantes de la paz con suficiente fuerza y cohesión para que no puedan ser atacados por ninguno que rechace su pacto de seguridad colectiva o lo rompa; y ese poder mundial de preservación de la paz debe no solo ser suficientemente preponderante en su fuerza para convertir en desesperado cualquier ataque contra él; debe también ser suficientemente justo y sabio en el uso de su fuerza para impedir que surja ningún serio deseo de desafiar su autoridad" (A. J. Toynbee, 1945). La ONU no tiene suficiente fuerza ni cohesión para que los pueblos amantes de la paz no puedan ser atacados. Lo que les obliga a elevarse en solitario al nivel del guerrero para detenerlo (es el caso del pueblo ucraniano tras la invasión por Rusia de su país). La amenaza del uso del armamento nuclear por parte del guerrero invalida cualquier solución de apoyo de los pacíficos a las víctimas, y, si el guerrero gana, no se detendrá.

El otro gran problema es el terrorismo suicida para el que ningún ataque es desesperado, pues como mártires de la yihad esperan el paraíso de las hurís. Hamas ataca a indefensos israelíes que vivían en paz en su pueblo: mata a 1.400 y toma a 240 rehenes. Hamas sabía que el primer ministro, Benjamín Netanyahu (antes de ser elegido), mostraba su decisión de que, de efectuarse un importante ataque de Hamas con él en el cargo, arrasaría la Franja de Gaza. A pesar de ello y de la preponderante fuerza militar israelí, nada fue suficiente para convertir en desesperado cualquier ataque de Hamas contra Israel. La respuesta no se hizo esperar, y ni fue ni es suficientemente justa y sabia en el uso de su fuerza: como se había avisado y era de esperar. Por lo tanto, ahora, no se podrá impedir que surja un serio deseo de amenazar con terror al mundo de la cultura judeocristiana occidental y de forma suicida (sin excluir la amenaza nuclear desde un Irán que ya ha amenazado con ella y podrían otros darle el armamento nuclear o lo necesario para fabricarlo ella misma).

Han pasado 75 años desde el consejo de A. J. Toynbee y más de 2.000 años del de Jesucristo: los pueblos pacíficos siguen sin defensa alguna; no solo de la guerra, sino también del hambre, la pobreza y del irreversible cambio climático.

En este antropoceno en el que estamos, las civilizaciones se han vuelto suicidas y están dispuestas a morir matando por dominar, incluso utilizando armamento nuclear. Mientras la gente pacífica, manipulada desde ideologías guerreras, no solo no se alza contra ellas para detenerlas, sino que se manifiesta contra los que sí se alzan.

Cartas

Número de cartas: 45567

Número de cartas en Julio: 28

Tribunas

Número de tribunas: 2069

Número de tribunas en Julio: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador