El país que nos toca
Quiero empezar pidiendo disculpas por todo lo que voy a plasmar en estas líneas, si ofenden a alguien, y también por las expresiones o la redacción, pues escribo como hablo; mi nivel cultural es justito, pero creo que se me entenderá perfectamente.
Tengo 53 años y cada uno que pasa le voy dando más la razón a mi padre, y veo que no eran precisamente sermones las charlas en las que inevitablemente terminábamos discutiendo. Me da pena ver la clase de país que nos toca sufrir (más que disfrutar). Un país donde catalanes o vascos ya tosen o estornudan en sus respetables idiomas pero que aparcan a un lado a la hora de ir a Madrid a poner el cazo hablando el castellano perfectamente, un país donde Felipe con los GAL, Amar con Bush o Zapatero, que miente más que habla, dejaron la credibilidad de la clase política por los suelos; un país donde tenemos jueces que disfrutan más con un micrófono que un alcalde recalificando terrenos y se van a revolver basura a otro país con los juzgados españoles desbordados de trabajo pendiente y montones de juicios sin resolver; un país donde dar una bofetada a un niño puede ser más delito que abortarlo antes de nacer; un país donde se pueda dar el caso de que la Seguridad Social costee una intervención de cambio de sexo y no lo haga con algún tratamiento de una grave enfermedad o gratuidad de algún medicamento; un país donde los políticos se «vayan de rositas» después de determinados escándalos (y además con unas jubilaciones que no son pequeñas precisamente) en vez de ingresar en prisión como es fácil que suceda a cualquier desesperado que pillen robando para dar de comer a su familia; un país donde tenemos gran parte de una juventud (no toda a Dios gracias) que no sabe la tabla del ocho, no sabe tratar de usted a nadie, no cede su asiento a un anciano; un país donde son más conocidos Jesulín, Belén Esteban y la Pantoja que la madre Teresa de Calcuta o Vicente Ferrer; un país donde «Gran hermano», «DEC» o «Sálvame» tienen más audiencia que cualquier programa informativo o educativo; un país donde puede ser más delito matar a un jabalí o a un cuervo que al guarda de turno.
Y a nivel autonómico sólo dejo caer esta perla: hace no sé si seis meses que mucha gente fue seriamente afectada por las lluvias (lo del Bao es sangrante) están esperando ayudas y en Luarca ya apareció dinero (antes de un mes) de la pasada marejada para reparar los daños del Cepesma (y no tengo nada contra esta institución). Resumiendo: que si es verdad que el mundo gira, por favor, que alguien lo pare, que yo aquí me bajo.
Sin más, reitero mis disculpas por si alguien se puede sentir ofendido.
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