Autobús al Instituto de Tapia (el Pelargón), año 1972

Jose, el político, baja desde San Cristóbal a Las Campas en bicicleta, allí espera el autobús que viene desde Castropol, sube por Berbesa y después de ir a Figueras acaba su recorrido en el Instituto en Tapia.

Jose, el político, cuenta en voz baja: "Hoy en la Pirenaica dijo Santiago Carrillo que Franco se está muriendo, le quedan pocos días. También habló la Pasionaria, Dolores, y dijo que España tenía que ser comunista, que los estudiantes y obreros serán los que dirijan la nación española, así que nos quedan pocos días en el instituto, tendremos que ir preparándonos".

Jose, el político, lleva unas cuantas octavillas dentro del libro de Religión en defensa de los profesores PNN, que están en huelga. Piensa dejar unas cuantas en la sala de profesores sin que lo vean y otras en el bar Moderno.

Jose, el político, mira de reojo a Belén, que se subió en el Pelargón en Figueras, y piensa que, después de la política, Belén es la segunda cosa que más le gusta en la vida.

Mari Pili, con una trenza recogida y bien peinada, le cuenta a su amiga Isabel : "Ayer me acosté tarde, estuve viendo el festival de Eurovisión, ganó una canción que se titula 'Après toi' de una tal Viky no se qué, ya verás como la profesora de francés Socorrito nos enseña a cantarla en clase".

Mari Pili no siente atracción por ningún chico. Ya desde pequeña le gustaba el fútbol. Se sentía distinta al resto de compañeras.

A Mari Pili en el instituto la insultan, le cambian la segunda parte de su nombre y le llaman Marimacho, hasta el cura en clase de Religión se sonrió cuando alguien pronunció la palabra marimacho al estudiar los distintos sexos.

Isabel asiente, aunque le gusta más una canción, también francesa, que dice: "Tous les garçons et les filles".

Isabel quiere casarse pronto, las clases en el instituto no le gustan. Su novio de toda la vida también la apremia. Ella, la semana que viene, junto a su novio, iniciará los ejercicios espirituales y después no terminará el curso. Su novio de toda la vida tiene trabajo fijo en la empresa de su padre.

María del Mar está pensativa. Ayer Pepe Luis le cogió la mano y se la apretó fuertemente sin que nadie se diera cuenta. Ella se puso colorada, pero no la soltó. Sintió algo que le subía por el pecho. A María del Mar le gusta Pepe Luis, pero tiene miedo cuando se marche estudiar a la Facultad de Oviedo y lo olvide.

María del Mar le promete a Pepe Luis que no lo olvidará cuando se marche estudiar fuera, pero, quién sabe.

El Pelargón avanza despacio por la curva de la Retela.

Por la izquierda a toda velocidad lo adelanta un tractor conducido por Caleya tocando el claxon.

Autobús del Inserso 2O22

"Espere, espere, señorita guía, que faltan una señora y un señor, claro, es el que se apoya en un bastón y no puede andar muy rápido".

María del Mar le ayuda a Pepe Luis a caminar. Lo coge del brazo y él se apoya en ella ya que el bastón no le alcanza.

Desde que le pusieron prótesis en las rodillas, una le quedó bien, pero la otra no y se le engancha y cojea.

A Pepe Luis no le gustan las lentejas que ponen en el comedor del hotel. Dice que están sosas y desaboridas, y las albóndigas son de carne de caballo, aunque según los médicos son buenas para el colesterol pués tienen menos grasa.

También tiene problemas con la próstata. Tiene que ir al baño a menudo. Tiene cita en Urología en Jarrio, pero ya se la retrasaron dos veces.

Belén, desde que quedó viuda, se sincera con su amiga Isabel, también viuda: "Sabes Isa, yo en este viaje estoy muy bien, pero a mí lo que me gusta de verdad son los viajes a Benidorm. Allí es otra cosa, sabes, desde que se murió mi marido, Jose el político, que Dios lo tenga en la gloria y que no me lo traiga, mi vida cambió como del blanco al negro o al revés. Allí tenemos baile todos los días. Allí puedes ligar fácilmente. Conozco a uno que está muy bien. Dice que anda por mí, pero yo... yo no me le creo, además, ya sabes, los hombres van a lo que van, son muy listos, buscan lo que buscan y claro, eso nunca sale bien, que vaya a "First Dates", aunque todos los que van al programa van buscando alguien que les cocine y los cuide y yo no estoy dispuesta a perder mi libertad, además, cada uno en su casa y Dios en la de todos, que si no te quitan la pensión".

Isabel, también felizmente viuda después de una vida de maltrato psicológico y control monetario, le cuenta a su amiga la suerte que tuvo su hija con su marido, pues este le cocina, le limpia la casa, le atiende los hijos, es trabajador, vamos, una joya. Sin embargo, su hijo, que es ingeniero, tuvo muy mala suerte. Es él el que cocina, el que atiende a los niños, el que limpia, vamos, lo hace todo.

Mari Pili se sube al autobús cogida de la mano de su pareja Sandra. Están juntas desde que se conocieron en la Universidad haciendo la tesis. Antes, por la calle, no se podían coger de la mano, les llamaban bolleras, las insultaban; hoy a nadie le importa.

A Mari Pili, felizmente, ya nadie le cambia el nombre. Desde el año 2005 con el Gobierno de Zapatero su relación con Sandra está oficializada.

¡Hay quien dice que la vida en estos cincuenta años ha cambiado poco!