La Revolución de los Claveles
Cravos vermelhos.
En cada esquina, un amigo
En cada rostro, igualdad
Grândola, villa morena
Tierra de fraternidad
Es el pueblo el que manda más..
Este 25 de abril fue el aniversario redondo, los 50 años, de aquella explosión anticolonial, antidictatorial y antiimperialista que fue la Revolución de los claveles en Portugal.
En el 25 de abril se logró truncar una de las dictaduras europeas más largas, comenzó la descolonización de las colonias portuguesas, y tuvo una influencia positiva en las movilizaciones contra la dictadura franquista.
25 de abril, siempre, por la libertad y la democracia.
¿Recordamos un poquitín la historia?
Los claveles del abril revolucionario portugués.
Antes del 25 de abril el régimen salazarista fascista llevaba 44 años controlando el país. Cualquier oposición era reprimida por la policía secreta, la PIDE. La Legión Portuguesa tenía 100.000 miembros uniformados. Los sindicatos independientes estaban prohibidos y la policía disparaba a los huelguistas.
La OTAN apoyó con descaro esta dictadura.
Durante la dictadura, el país libró una guerra colonial que le dejó pérdidas humanas y materiales, aislándolo de la escena internacional.
El 25 de abril la gente salió a la calle para abrazar a los soldados, poniendo claveles en los cañones de sus armas, y subieron a los tanques en manifestaciones espontáneas. La prensa del mundo la proclamó como la pacífica «revolución de los claveles».
Una semana después del golpe a la dictadura, cien mil trabajadores se manifestaron el primero de mayo, por primera vez en su vida. Esta fue la señal para una explosión de reivindicaciones reprimidas durante años. Empezó una ola de huelgas en centenares de lugares de trabajo. Pedían subidas salariales y mejores condiciones laborales, pero también exigieron el despido de los jefes con conexiones fascistas.
Después del 25 de abril se procedió a la liberación de los presos políticos; regresaron buena parte de los exiliados, incluyendo algunos de los más destacados líderes de la oposición; se iniciaron la descolonización y modernización económica del país; y se llevó a cabo, con diferentes vicisitudes y vaivenes, el proceso de transición al régimen parlamentario en forma de República.
«Cincuenta años después, seguimos luchando diariamente por valores que pensábamos que ya estaban arraigados en la sociedad portuguesa. En lugar de consagrar valores sociales, económicos y culturales transversales a todas las clases sociales, hoy asistimos a una desviación de todo aquello a lo que aspiramos en las últimas cinco décadas».
"Es esencial cuestionar hasta qué punto podemos reconocer e identificar estos valores. A partir de las bases democráticas de abril, es necesario preguntar hoy a todos, en particular a las nuevas generaciones, ya educadas según los principios establecidos, qué importancia tienen y cómo los practican. Es necesario indagar, cuestionar, provocar no solo a los más jóvenes, que crecieron a la sombra de este consuelo sociopolítico, sino también a las generaciones que, en las últimas décadas, han perdido la esperanza que les trajo el 25 de abril en un país en el que en pocas ocasiones se dejó atrás a sus inadaptados. ¿En todos los rostros, igualdad?
Son algunas reflexiones que se pueden leer en el Museo Aljube, antigua cárcel de la represión fascista.
Abril es del pueblo. La felicidad, los sueños, el derecho a la educación, la salud, el medio ambiente, vivienda, trabajo con derechos, o una vida sin discriminación solo serán posibles con los valores de abril, de ese 25 de abril que la derecha y la extrema derecha quisieran que olvidáramos.
25 de abril siempre.
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