El calvario de Villadestre y Villaoril
He leído el artículo de LA NUEVA ESPAÑA del día 1 de mayo donde se habla de la concentración parcelaria de Villadestre-Villaoril, donde aparte de la propaganda gratuita que se hacía el bufete de abogados uno de los vecinos declaraba que se iba a hacer viejo esperando por sus nuevas fincas.
Uno de los vecinos agraciados con las mejores fincas desatendieron las tierras que les iban a tocar a otro vecino y las cambiaron de categoría, es decir, una clasificación de segunda de tierra pasa ahora a monte debido a que harán falta dos años para que esa tierra produzca algo de nuevo.
Hay que reseñar que este periplo de "hacerse viejo" es para las dos partes, ¿o creen ustedes que los que peor salieron están contentos y felices?
Fue una concentración llena de irregularidades, tráfico de influencias y sobre todo desidia y "quemimportismo" por parte de la Consejería desde el inicio, antes de llegar a juicio se pudo mediar pero la Consejería hizo oídos sordos y lo sigue haciendo porque quiere finiquitar definitivamente ese grano en el culo que es la concentración Villadestre-Villaoril.
La Administración y la Justicia, la Justicia y la Administración, dos entes públicos que existen para velar por los derechos de la ciudadanía, trabajan en equipo para quitarse "granos en el culo" la una a la otra, verrugas que afean su solemne apariencia.
No me decepciona la actitud de los vecinos beneficiados, me decepciona la desidia de las instituciones encargadas de velar por el bien común, se pudo haber arreglado desde el principio con cesiones como se suele decir para "tapar los ojos" y todos contentos, pero toda la gente implicada en el proceso solo quería finiquitarlo y quitarse el "marrón".
Puede que para muchos esto sea difícil de entender, pero unas tierras a las que nuestros abuelos dedicaron amor y cuidado van a ser de otros y no es ignorancia porque todos conocemos cómo funcionan los procesos judiciales y nadie va en contra de la Justicia.
Ese es el amargo sabor que nos dejan a quienes hemos quedado en desventaja en este proceso. Viendo cómo tierras cultivadas con el sudor y dolor de nuestros abuelos son entregadas a otros, gracias a firmas falsas, tráfico de influencias, coimas... consolándonos con tierras yermas donde no puede pastar ni una vaca sin temor a caer.
Lo que distingue al hombre insensato del sensato es que el primero ansía morir orgullosamente por una causa, mientras que el segundo aspira a vivir humildemente por ella.
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