Un abrazu enorme para todas las madres, para los padres también
Un beso enorme para todas las madres.
Mi respeto y admiración por todas las madres, son entrega y el cariño sin límite, sin esperar nada a cambio.
Nada en esta vida supera el amor de una madre.
Siempre estarán ahí para sus hijos. Perdonan todo, hasta el ser abandonadas y olvidadas.
La madre es el ser que consigue que el mundo siga su proyección en el tiempo.
Pero, cuidado, el contrapeso a esa capacidad de ternura lo pone el padre (el eterno olvidado) amando a sus madres muy por encima de como ustedes debieran comportarse con ellas.
Hay que decirlo en estas fechas también, lo vemos a diario, al faltar el padre la madre pasa a la nave del olvido en un porcentaje muy elevado de casos, hijos e hijas no tienen tiempo para ella, mientras pasean perritos babosos del cordelito y se los llevan de vacaciones. A sus mamás las recluyen en estas residencias inhumanas, e incluso no las visitan con la frecuencia obligada. Son tan inhumanas y frías esas residencias como quien deja a su mamá allí sin importarle el trato y el cuidado que le darán.
Tengo un recuerdo cruel de cuando visitábamos a un tío de mi mujer, con una madre olvidada que me lloraba porque sus hijas no iban a verla. Esa es la cruda realidad, no solo la dejaban allí, tampoco la visitaban con la regularidad exigida.
Sé que dañará a muchos y muchas, pero es la pura realidad. No todos los hijos e hijas lo son, las madres siempre serán madres.
¡Ojo!, los padres también. Los padres a pesar de la mala fama que este Gobierno y sus socias feministas le dieron a todo lo masculino, sin llegar a esa pureza de una madre, serán padres toda su vida.
Por todo ello pido volver a inculcar los valores de la familia, la familia con mayúsculas: madre, padre, hijos, abuelos... Lo demás es respetable como opción o adicción si quieren, pero jamás debe equipararse, ya que perderemos la esencia de lo que hace sostenerse esta vida.
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