El agravio comparativo de la alergia en Asturias
Llega la primavera y muchos de nosotros empezamos con estornudos, aumento de la mucosidad, picor de nariz, de ojos... y sabemos que el polen ya está aquí. Acudimos a nuestro médico de cabecera, nos receta unos antihistamínicos y así vamos tirando primavera tras primavera. Pero seguro que te gustaría saber a qué eres alérgico. Seguro que desearías conocer si hay alguna alternativa terapéutica a las pastillas que muchas veces se quedan cortas, y notas cómo su efecto es cada vez más efímero.
Tal vez tu problema sea de aparición de granos en la piel, o dificultad para respirar en los sitios con polvo, o inflamaciones cuando te pica una avispa. Si vives en Oviedo o alrededores, puedes tener suerte y que tu médico te derive a los alergólogos del HUCA o del Monte Naranco. Allí te realizarán una buena historia clínica, las pruebas pertinentes y darán solución a tus problemas, previa espera de 6-8 meses de lista de espera, claro. Si vives en las alas, es aún más complicado porque hay un concierto con dos centros privados, en Avilés y en Gijón, y el estudio de la alergia que hacen es menos... meticuloso, por decirlo de alguna manera. Porque el Sespa paga más por dar el alta a un paciente que por citarle una revisión en unos meses, entonces despachan rápido (y muchas veces mal) a los enfermos.
Pero también a nivel nacional existe una clara discriminación. Somos los segundos por la cola en número de alergólogos por habitante, solo nos gana Baleares en déficit de estos profesionales. El agravio comparativo es entonces doble: de Asturias con el resto de España y de Oviedo frente al resto de la región.
Y no es porque no haya médicos, como les gusta repetir; cada año se forman residentes en el HUCA y hay una bolsa de empleo con especialistas que tienen que emigrar a otras comunidades donde sí les dan trabajo, agrandando aún más la brecha entre regiones.
El problema de las listas de espera en Asturias es vital, aumentando el número de alergólogos se podrían reducir no solo las personas en espera de esta especialidad, también de otras como dermatología, neumología y otorrinolaringología, ya que muchos médicos derivan a los pacientes con patologías transversales a estas especialidades, como asma, rinitis, dermatitis atópica o urticaria, sabiendo que la lista de alergología es excesiva y que muchas veces no encuentra respuesta en las consultas de los concertados.
Ya sé la respuesta del Sespa: no hay dinero. Este año no se cubren ni las vacaciones, con el previsible aumento de la lista de espera, retraso en las revisiones, etc. Los usuarios son los que tienen la última palabra, los que con sus demandas pueden abrir los ojos a una gerencia más preocupada en nombrar puestos directivos intermedios que en contratar profesionales para mantener la salud de la población.
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