Don Ubaldo Puche Mulero, un honor conocerle.
Ocurre a veces, muy pocas veces, que de repente el encuentro con una persona es la llave que abre todo un mundo desconocido, increible pero cierto, fantástico pero documentado ampliamente, una vida plena que no merecería apagarse nunca.
Tiene 88 años, y no puedo explicar el motivo de mi hallazgo para no romper el secreto profesional, pero después de haberle conocido no me he resistido a indagar en su vida por medio de mi apreciado colega el "dr. Google"...
Me contó D. Ubaldo entre otras muchas cosas que hace unas semanas se sumergió en el mar, requerido por el grupo de submarinistas al que dirigió durante mucho tiempo, para intentar rescatar a una persona desaparecida...Su historia fue retrocediendo hasta su amarga experiencia en Rusia, cuando la División Azul, medalla moral que le capacita actualmente para hablar de política sin tomar partido...
Acompañado por un buen amigo (D. Antonio creo recordar), me describió su reciente hazaña de veterano submarinista de forma tan gráfica y emocionante que en un principio creí encontrarme ante alguien como la protagonista de "Los renglones torcidos de Dios" de D. Torcuato Luca de Tena, o ante un señor mayor cuya avanzada edad ya le hacía fabular sobre antiguas aventuras de juventud, ciertas en su momento y revividas ahora en su mente...
La ignorancia es muy atrevida, y la mía propia me disparó a solicitar a su joven acompañante al menos un mínimo testimonio de que toda la increible narración de D. Ubaldo tenía una mínima base de verdad. Su amigo asintió con la cabeza haciendo desaparecer de un plumazo todas mis dudas.
D. Ubaldo acabó el breve encuentro presumiendo de una descendencia ejemplar, y fue entonces cuando se emocionó hablando de su familia. Incluso se interesó por la mía, y prometió enviarme una foto de su propia autoría con el más que probable "Balón de Oro" de hoy, con el que sueña mi hijo futbolero de 10 años...
Con esta carta quiero darle las gracias por el honor de haberle conocido.
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