Democracia con fisuras
Ya no queda dignidad en esta sociedad. Ya se acepta sin pudor un gobierno que da impunidad a corruptos y delincuentes a cambio de su apoyo para Sánchez aferrarse al poder. Delante de los mortis de todos, sin esconderse de nadie, les borra delitos y penas, les indulta y amnistía. Les concede beneficios sin cuantificar, cuando todo tendría que ser con total transparencia. Toda una indecencia institucional consentida y tragada sin más. ¿Dónde dejan la igualdad de todos ante la ley, la separación de poderes y el respeto por la Constitución?
Tenemos que escuchar que esa amnistía salió del Parlamento; no por ello deja de ser indecente. Podría salir también de ahí que Puigdemont sea resarcido por ser maltratado por el Estado español; es más, incluso debe pedir indemnización por salir fugado en el maletero de un coche ¿Por qué huyó? Supongo que él mismo se declaró culpable con ese proceder. Lo tragan todo. Pues si quedan sin delitos, deberán obligatoriamente pedir resarcirles. Los buenos pasarán a ser los malos. Aquellos jueces, aquellos policías y guardias civiles, aquel gobierno, incluso Pedro por sugerir y apoyar el 155, todos deberán pedir perdón a Puigdemont. Qué decir de los que pasaron más de tres años de cárcel. Saben, se me hace imposible tragar toda esta indecencia sin repetirla una vez más. La justicia debe caer como una losa sobre quien la manosea, abusa y retuerce.
La democracia tiene fisuras por donde indecentes pueden adaptar todo a la legalidad cuando logran unirse para un fin común, como podría ser aferrarse al poder. No importan los medios, ni los delitos; si no son constitucionales, se convierten en constitucionales. Si pisotean la igualdad de todos ante la ley, con decir que es por la convivencia ya está todo arreglado.
Todo es factible de usar para bien o para mal, se retuerce todo y punto. Estoy convencido que sin una base de educación en valores, las personas pueden estar convencidas de que Pedro es un buen tipo, que lo que está haciendo es por el bien de todos, por la convivencia, cuando todo es por la conveniencia de sí mismo. No importa para algunos si se saltan las normas y la decencia, siempre existirán quienes los justifiquen, porque, según ellos, los otros lo harían peor. El buenismo no puede imponerse a la verdadera justicia. Esa es la mayor gilipollez de esta sociedad, "justificar lo malo con lo peor". No, señores, si uno lo hace mal, debemos impedirlo, criticarlo y condenarlo, no plantearnos que otros lo hicieron o lo podrían hacer aún peor. Es la estupidez elevada al cuadrado.
Así, podríamos robar poquito, ya que otros roban más. Podríamos ser un poco malos, otros serían peores. Podríamos, incluso, aceptar un gobierno corrupto, porque otro lo sería también.
En cualquier democracia debe prevalecer la igualdad de todos ante la ley, y quien delinque debe pasar ante los tribunales de justicia. Si por esa gracia real nos ponemos de acuerdo, podríamos indultar y amnistiar, pero jamás que sean los mismos beneficiados los que redacten y aprueben su propia amnistía. No ven la trampa cuando les dicen que esa amnistía es por bien de la convivencia; no, señor: es un trueque entre beneficiados, gobierno y delincuentes. Simple.
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