Respuesta a unas estadísticas del aborto
En los balances finales de año que se han ido publicando en fechas recientes figura igualmente la estadística de abortos producidos en años anteriores en España y el Principado de Asturias. El aborto es la principal causa de mortalidad en nuestro país, según el Instituto de Política Familiar (IPF), una organización contraria al aborto. En cambio, para los más condescendientes y permisivos con el aborto, las cifras apuntan en otra dirección: hacia un descenso del casi 4%, según la titular de Sanidad (4.330 abortos menos en 2009 que en 2008). Nos alegraríamos mucho de tales cifras si lo que reflejan éstas se correspondiera con la realidad, cosa que lo pongo en duda. Desde la aprobación de la ley del aborto en 1985 a 2009 el mencionado instituto contabiliza 1.461.976 abortos en España.
En los diez últimos años el número de abortos se habría incrementado en un 189%. Del informe se desprende que en España se pone fin a un embarazo cada 4,7 minutos, lo que significa un total de 305 abortos cada día, equivalente a la desaparición en tres días de toda una población escolar de un colegio en España. Los datos aportados destacan una gran reincidencia de las mujeres que abortan, lo cual demuestra lo perentorio, o en la mayoría de veces lo irresponsable y desaprensivo que resulta convertir en algo habitual un procedimiento tan nefasto para hacer frente a los diferentes problemas y apetencias personales.
Subtítulo:Es irresponsable convertir el algo habitual un precedimiento tan nefasto
Destacado:El incremento del uso de la píldora poscoital en Asturias ha aumentado sin duda la tasa de abortos
Por lo que respecta a Asturias, se ha publicado que la Cooperativa Farmacéutica Asturiana (Cofas) dispensa en la provincia mensualmente una media de 750 píldoras poscoitales o «del día después» al mes, 9.000 este año pasado y el triple que a mediados de 2009, antes de la permisión de su adquisición sin receta médica. Parece que las ventas totales en nuestra región alcanzan las 13.000 unidades anuales, algo más de 1.000 al mes. Este incremento del uso de la píldora en Asturias ha aumentado sin duda la tasa de abortos.
El Principado es una de las cuatro comunidades autónomas que el año pasado registraron un aumento de la tasa de abortos en términos relativos. Es erróneo decir que es un contrasentido el aumento simultáneo del consumo de la píldora y el repunte en la tasa de abortos. Pues en contra de lo que algunos sostienen, dicha píldora lógicamente no es una medida apropiada para disminuir el aborto sino lo contrario. Estamos como siempre con los equívocos terminológicos y conceptuales que es preciso eliminar. De los estudios realizados hasta ahora se deduce que la «píldora del día después» tiene dos efectos: el anovulatorio (impide la ovulación y la posterior fecundación) y el antiimplantatorio (evita la implantación del embrión en el útero), siendo éste el predominante, pues el efecto posfertilización es claro, esto es, actúa después de que el embrión se ha generado. Siendo esto así, más que de un anticonceptivo se trata de un abortivo, cuyos efectos mortales presumiblemente son numerosísimos y no se contabilizan en ningún registro.
Desde luego, la ingesta de dicha píldora resulta siempre abortiva en el plano de la intención, puesto que la usuaria asume y acepta la eliminación del embrión en el supuesto de que se haya producido la fecundación. A esto hay que añadir la gran cantidad hormonal que produce la ingestión de dicho fármaco, particularmente la realizada de forma reiterada, con las consiguientes alteraciones en el estado de salud de la consumidora. Esto unido a la falta de información previa acerca de la naturaleza y efectos de la píldora por parte de los que la expenden aumenta el riesgo y la peligrosidad en la usuaria, mayormente en aquellas usuarias ignaras. Se está pues ante la necesidad urgente de una concienciación responsable, de informar y ser informados, o bien de objetar en conciencia, tanto por parte de los que dispensan como de los que consumen tales preparados que incrementan la tasa de abortos que todos desearíamos evitar.
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