Una vida laboral que no deseo a nadie
Me llamo Jorge, tengo 39 años, soy de Asturias, soy oficial de primera, llevo toda la vida en el sector de la construcción y he estado con buenas y malas empresas, pero estos últimos años he trabajado para cuatro empresas que no me han pagado el sueldo.
1.ª Un canario que se trasladó a Asturias, al que demandé y he cobrado después de año y medio, pero lo cobré por Fogasa.
2.ª Empecé a trabajar para una constructora, y no me pagó, la cual tengo demandada hace dos años y no veo cuándo voy a cobrar.
3.ª Otra empresa de Pola de Lena, que tampoco me pagó dos meses, ni se presentó a la conciliación ni al juicio y no sé si la cobraré tampoco.
4.ª Hace un mes empecé a trabajar en otra firma en Oviedo, que no me ha pagado el mes de abril, la acabo de demandar y lo he puesto en Inspección de Trabajo. Este último jefe está preso y dejó a cargo de la empresa a su pareja y sus cuñados, los cuales nos han dejado sin nada que tener para mantener a nuestras familias a mí y a otros compañeros, poniendo excusas y dándome de baja voluntariamente en la empresa, imposibilitándome poder cobrar el paro, lo cual todo está en manos de la abogada.
Quiero decir que luego no hay gente para trabajar en la construcción, lo que no hay son empresas serias y responsables, que solo sangran al trabajador para luego no pagarle. Si esto no cambia, el sector se irá a pique como se fue la minería. La justicia en este país es muy lenta y luego tenemos que cobrar de Fogasa, perdiendo parte de nuestro dinero, y personalmente con mis 25 años trabajados en la construcción no tengo previsto volver a trabajar en el sector, pero tengo dos hijas que mantener y una casa que pagar, tengo mucho dinero acumulado para cobrar y no sé cuándo lo cobraré, y mis hijos se tienen que alimentar, yo sin dinero, y estas empresas no tienen miedo debido a que no hay justicia.
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