¿Quo vadis PP?
Cuando en el pretendido primer consejo del Principado de Asturias (1982) se daba lustre a las configuraciones políticas y se reconocía la personalidad de quienes habrían de liderar las filas de los respectivos activistas –junto con los afanes que les eran propios– la ejecutiva regional del PSOE se decantaba por tres formaciones, la resultante de la cual, para aquella legislatura, vino a ser la unión de un timorato PSOE con un expectante PCA. Por consecuencia y en estos días se hace imprescindible recurrir a un largo pasado para hallar las claves de inmediato presente y aparente desencuentro entre el carácter de uno y la complejidad del otro. Sin llamarnos a engaño, es tan válida la expresión «la unión hace la fuerza» como la autoridad dimanante de un «ab litem». Y debiera ser así, tanto para el bien de los buenos como de los malos, y aun de los que son peores, pues derrotarnos a nosotros mismos en favor del bien común es siempre lo más beneficioso para todos los españoles. Esta es la clave.
Patricia Fernández Reglero, Gijón,
y José M.ª Rodríguez Collazo, Oviedo
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