Una de insultos y roturas
Cuando un partido, de los incluidos en el bloque progresista, insulta sin cortapisas al jefe del Estado, ultraja y quema la bandera de España, homenajea a terroristas asesinos, injuria a la judicatura: ¿rompe el Gobierno, el PSOE, todo tipo de relaciones con ellos? No, rotundamente no, ya que entonces no estarían gobernando. Y esto sucede aquí, en España, con españoles, no hay que ir más lejos.
Cuando la prensa europea y también internacional tachan a la señora de Sánchez de corrupta: ¿rompe el Gobierno o censura las informaciones de esos medios? Bueno, esto sí que lo quiere hacer en España con los que no le son afines. Y esto, Begoña Gómez, que en todo el mundo sepan de sus presuntas corruptelas, se lo debe a su marido, por los cinco días de gilipollez continuada que se tomó.
Cuando los gobiernos de México y Venezuela han agraviado al jefe del Estado de España: ¿han roto relaciones diplomáticas con esos países? No, de ninguna manera, ¡hasta ahí podríamos llegar! Solo se trata del jefe del Estado, no de la señora del presidente del Gobierno de turno. ¡Faltaría más!
Cuando un ministro de este desgobierno ofende gravemente al presidente de un país democrático: ¿debe Sánchez cesar de inmediato a ese voceras inútil? Debería, pero no lo hizo ni lo hará. ¿Y ahora nos rasgamos las vestiduras por que Milei repite lo que ya ha dicho todo el mundo?
No le doy la razón a Milei, para nada, es un impresentable y jamás le votaría. Pero él no comenzó esta particular contienda, lo hizo Puente, y le siguió su jefe. Todo este montaje bananero, populista y electoral que están montando no se lo merecen ni el pueblo argentino ni el español, ni los argentinos que viven en España ni los españoles que viven en Argentina.
Finalmente, en la actualidad España conserva embajador en Rusia, que hace más de un año inició una guerra fratricida contra Ucrania; mantiene embajador en Marruecos, después de que permitieran invadir Ceuta, permanezca cerrada la frontera y espíen los teléfonos del Gobierno. Con Rusia le obligan su socios y con Marruecos hay algo que saben y que no debemos conocer los españoles. Ya sabemos que Sánchez es un experto en bajarse los pantalones con tal de seguir en la Moncloa, que no con el poder.
Tome a su mujer de la manita y váyanse muy lejos, y para no volver.
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