Mucha experiencia y pocas oportunidades
Aunque aún me quedan algunos años para acabar mi carrera universitaria, me gusta ir mirando empresas y opciones laborales en las cuales me gustaría trabajar en un futuro. Simplemente, lo hago para empezar a analizar y ver por dónde podré tirar y moverme.
Haciendo esto me he dado cuenta de una cosa. Aunque ahora está cambiando, siempre se recomendaba hacer Bachillerato para luego ir a la Universidad, dejando completamente de lado la Formación Profesional.
Después de dos años de Bachillerato, cuatro de Universidad y, quizá, uno o dos de máster o posgrado, cuando intentas introducirte en el mundo laboral, ¿qué te encuentras? Solo se encuentran ofertas de trabajo que requieren experiencia previa. Y esto no solo lo veo para mi futuro próximo, sino que creo que todos tenemos ese amigo, familiar o conocido que dispone de estudios superiores y, sin embargo, no tiene un trabajo relacionado con sus estudios.
Resulta contradictorio que cuando acabes todos tus estudios y salgas al mundo laboral nos pidan experiencia previa. Pero si en todos lados es así, ¿cómo se consigue esa experiencia?
Creo que habría que reflexionar y darle una vuelta a esta situación, porque una formación universitaria también requiere de una práctica necesaria en el mundo laboral. Una práctica continua que nos ayude en la búsqueda de empleo. Eso será lo que nos haga crecer y adquirir experiencia en nuestro sector, pero para eso es necesario que se den estas oportunidades.
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