¿Saturación del servicio de Oftalmología de Cabueñes, o qué?
Yo no sé si decir que me siento en cierto modo chuleado por la Seguridad Social es faltar al respeto a tan necesario y estimado organismo por parte de los ciudadanos, pero a mí me está pasando en el área de Oftalmología algo que no considero normal y que me lleva a pensar que me chulean. Hace unos cuarenta años, trabajando yo entonces a tres turnos, empecé en el turno de noche a sentir unas molestias en el ojo izquierdo, con sensación de cuerpo extraño en el ojo, acudía al botiquín de la empresa con frecuencia, y me decían que no me encontraban nada. Una noche, el ATS que me atendió me dijo que esos síntomas los provocaba una enfermedad llamada glaucoma y me recomendó acudir a mi médico para ser desviado al servicio de Oftalmología de Cabueñes, seguí el consejo y en ese servicio entonces vieron que mi presión intraocular (PIO) estaba prácticamente al doble de lo aconsejable. Optaron entonces, por desviarme al antiguo HUCA en Oviedo, alegando que allí disponían de un tipo de láser que me podría abrir el conducto lacrimal (así lo entendí yo) y que con eso se podría evitar la intervención quirúrgica. Durante años me citaban semestralmente, tanto allí como luego en el nuevo HUCA me hacían todo tipo de pruebas, me fueron cambiando el tipo de colirios a aplicar, según consideraban oportuno y fueron consiguiendo que la PIO se mantuviera en límites normales. Un mal día, hace un par de años, fui desviado al Hospital de Cabueñes y, desde entonces, ando como pollo descabezado; parece que no tienen en cuenta la mala situación en que en la actualidad se encuentra mi dolencia y pasan o se olvidan de mí. Acudo a la oftalmología privada periódicamente y me dicen que procede operar cuanto antes, ya que ninguno de los colirios de que disponen consiguen que frene el avance de la presión intraocular (PIO). Ya acudí a atención al paciente del Hospital de Cabueñes y tras cubrir el impreso de quejas que nos entregan, sigo sin ser llamado a revisión.
Ante todo, lo expuesto, yo pregunto: ¿nuestra Seguridad Social ignora el mandato del artículo 43 de nuestra Constitución, o es que a mí me consideran un africano llegado a nuestras costas de manera ilegal, al que pueden dejar tirado y devolver no sé adónde? Señores competentes en el tema, o según se mire, incompetentes: nací en España, de padres y abuelos españoles; empecé a cotizar a la Seguridad Social o SOVI de entonces, a la edad de 14 años, y tengo el 100% de pensión de jubilación por haber cotizado más de los años reglamentarios para el derecho a la misma. ¿Qué quieren ustedes de mí, para ser atendido puntualmente tal como creo me merezco?
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