Acción y reacción
Ayer estuve tomando café en casa de un amigo y para que se viese la televisión tenía que poner a funcionar un taladro viejo. Le daba un toque al taladro y la imagen volvía a la pantalla y se mantenía durante una hora más o menos.
A mí también me pasa que cuando ceno tortilla por la noche sueño que vuelo y no sabéis lo que disfruto, pues doy unas pasadas en el aire y un descenso maravilloso, pero no me caigo, no.
Yo creo que en anteriores vidas debí de ser ave y además de ser ave no sería una urraca o un cuervo, que son muy feos, sino un pavo real, que son mucho más bonitos cuando despliegan la cola en el cortejo.
Yo también fui a cortejar a Tapia en mis años jóvenes y me parecía a un pavo real con Varón Dandy. También es verdad que el pavo y yo estábamos en esa misma edad, la edad del pavo.
A veces, también de niño, cuando estábamos mi hermano y yo "alindando" las vacas por los "suqueiros", jugábamos a quién tenía más coches de los que pasaban por la carretera, los blancos eran de él y los amarillos míos y siempre me ganaba, aunque no entendía por qué y rompía el juego. Más tarde me enteré de que se fabrican y se venden más coches blancos, pues son los que mejor se ven y menos se ensucian.
Con esto quiero decir que cada sucedido, cada acción, tiene una consecuencia. Si estuviéramos en la Edad Media diríamos que es cosa del demonio y nos quedaríamos tan panchos. El demonio era y es muy socorrido para explicar una acción que no entendemos ("Eso é cousa del demo que ta en todas partes").
Hoy en día no comprendemos muchas cosas que nos cuentan, pero seguro que tienen explicación, y si no la tienen ahora, la tendrán en el futuro, y si no nos queremos plantear las dudas, para eso está la fe, que es una virtud teologal de cuando yo estudiaba para ser monaguillo, aunque hay que tener mucha fe para creer ciertas cosas que suceden en el mundo.
Por eso, toda acción tiene su reacción. Ya lo dice la tercera ley de Newton, que era un señor al que le cayó una manzana en la cabeza, así que si un día aparecéis en la tienda y no sabéis a lo que vais, comprad azúcar que seguro que va a subir y lo necesitaréis para el café.
Estoy buscando una explicación a por qué este año se me murieron las calabazas que sembré. Seguro que la hay.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo