Zafarrancho de combate
Recordatorio. Sólo quienes tienen secretos en sus corazones pueden adivinar los secretos de nuestros corazones.
Epitecto
Ayer nos informaba E. P. (página 53 de nuestro periódico) de que «siete jóvenes entre 18 y 20 años de edad y vecinos de Oviedo fueron detenidos por destrozos en Ribadesella (apenas nacido el 2011). Verbigracia, diez coches dañados, reventación de espejos instalados en la zona de los hechos, volcamiento de un contenedor y arrancamiento de una papelera».
Meca, valiente valiente valiente «patrulla» la autora de ese «zafarrancho de combate sin ningún enemigo». Bravos muchachos, ésos, ¿verdad? La estupidez humana no decae en este mundo, no. Así le luce (nos luce a casi todos los terráqueos...) el pelo. Urgen (y cómo) las vacunas contra la estupidez... ¿O no?
Amables lectores, despedida y cierre. Vamos hacia el punto final por hoy. Gracias y un abrazo para ti, cardiólogo Reguero, y para vosotras, Berta y Belén.
Érase una vez.
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