Semanas de ocho días
Ahora que vislumbramos el futuro que viene con la inteligencia artificial, creo que ha llegado el momento de poner en marcha el proyecto más ambicioso de mi vida: la semana de ocho días.
Una semana ecuménica con viernes, sábado y domingo como días festivos, y un día más laborable, que como no puedo ponerle mi nombre porque ya existe (lunes día de la Luna), pues lo dejo a libre elección. Ya no pasaría aquello de que en Argelia cierran jueves y viernes y solo quedan tres días para hacer negocios... Todos iríamos a la par. ¡Y los findes de tres días son lo más! Para hacer escapadas y de todo... Estoy segura de que la productividad aumentaría. Estoy decidida a proponerlo en la ONU.
La idea es acumular los festivos en esos descansos, la diferencia de horas no sería tanta, y dedicar un descanso a compras y recados, otro a los amigos y otro a la familia (o a descansar de todos ellos). Pensadlo bien: ¡el ocio es negocio siempre!
Los días del año son los que son, las estaciones son las que son, pero ¿por qué la semana tiene que tener siete días? Podría haber llegado el momento de que tenga ocho. Abrid la mente.
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