Cuando comprar una vivienda se vuelve imposible
Es evidente la constante subida de precios de las viviendas, sobre todo en grandes ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios no han dejado de subir desde el año 2014, llegando en la actualidad a cifras tan elevadas que hacen imposible para la mayoría de la población adquirir un hogar.
Aunque las autoridades han tomado algunas medidas para contrarrestar esto, es evidente que son insuficientes y no han mejorado la situación actual. En este sentido, los jóvenes son de los principales afectados, a quienes los salarios precarios y la inestabilidad laboral dificultan aún más reunir el capital necesario para la entrada de una hipoteca, y en muchos casos se convierte en un gasto imposible de afrontar.
Un elemento fundamental que da origen a esta crisis es la poca oferta de vivienda frente a la creciente demanda, y a esto se suma el creciente auge de las viviendas turísticas, que disminuyen aún más la oferta disponible para residentes locales.
Por esto, es imperativo que se tomen acciones eficaces y sostenibles que puedan atacar de raíz el problema, y que generen cambios realmente visibles para la población, principalmente aumentando la oferta de viviendas y regulando el alquiler vacacional. De lo contrario, nos encontramos ante un futuro cada vez más desesperanzador para jóvenes y sectores más desfavorecidos.
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