Matrículas de honor sin género
Estimados reporteros:
Soy una madre, trabajadora y médico, de dos hijos, una chica y un chico. Este chico es Jorge Garrido, uno de los nombres que habéis publicado en vuestro periódico de Avilés este domingo 2 junio de 2024 como merecedor de matrícula de honor de Bachiller 2024. Bachiller, en este caso, doble, ya que ha cursado el doble Bachiller Internacional y Nacional.
Obviamente, como madre estoy muy orgullosa de esta mención que se ha ganado mi hijo.
Ni que decir tiene que nunca, y repito, nunca, le han regalado nada, todas y cada una de las notas que ha sacado durante todo su proceso educativo hasta ahora han sido fruto de horas de esfuerzo, de sacrificio y de constancia, suya y de su familia, que le hemos acompañado y apoyado en todo momento.
Como madre de adolescentes me alegra saber que la mayoría de las matrículas se les ha otorgado a chicas, claro que me llena de satisfacción como mujer. El camino para poder conseguir estas posiciones sé que no está siendo fácil y que poco a poco estamos consiguiendo escalar cada vez más puestos y más éxitos. Ejemplo que servirá para mi hija menor.
Pero, por supuesto, son los comentarios que se han publicado de "algunos chicos se centran menos" y "ellos tiran más por la rama tecnológica y quizá tengan menos nota porque no la necesitan para estudiar lo que quieren, con aprobar les vale para entrar" los que han encendido todas las alarmas, quiero pensar que son comentarios sacados de contexto y fruto de los nervios de las entrevistadas, pero lo que no comprendo es que haya sido publicado en un periódico tan conocido y querido por todos los asturianos.
Existe diversidad de carreras, y muchas de las chicas, que en este artículo no veo representadas, van a cursar con suerte carreras tecnológicas. Carreras que piden notas de corte, como grado en Matemáticas, 12,024; Física, 11,236; Ingeniera Informática, 9,652; Ingeniería Organización Industrial, 8,642; Ingeniería de Datos, 7,752..., ni que decir tiene los dobles grados, donde las notas de 12,8 no bajan. Como será, con suerte, el caso de mi hijo.
Carreras donde hay chicos y chicas que se han dejado el "pellejo" durante todo el año para poder conseguir la máxima nota y que pelearán en los exámenes de la EBAU para tener una buena puntuación y conseguir sus sueños. Sueños que han ido fraguándose a medida que han visto que en la vida no se regala nada, que el estudio es esfuerzo y que los resultados de ese esfuerzo tarde o temprano darán su fruto.
La decisión de otorgar las matrículas de honor en los diferentes centros docentes cada uno sabrá cómo se ha adoptado. Lo único que quisiera añadir es que no podemos generalizar ni discriminar el género, tendremos que luchar para que cada uno de nuestros bachilleres consiga su reto; que estas mentes brillantes se queden a estudiar en Asturias y que con su sabiduría enriquezcan a nuestra región.
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