Menosprecio en el aprecio
Me dirijo a usted en relación con el artículo publicado el 2 de junio de 2024 titulado "Las chicas mandan en la comarca avilesina: estas son las mejores notas en los institutos". Si bien es encomiable destacar los logros académicos de las estudiantes de la comarca, me parece necesario señalar que el tono del artículo resulta desafortunadamente parcial y discriminatorio hacia los chicos.
Como padre de uno de los alumnos nombrados y menospreciados (así se ha sentido él mismo al leer este artículo) no entiendo por qué para alabar el resultado del esfuerzo de unos hay que hacer de menos a otros. Seguimos promoviendo la polarización en la sociedad con este tipo de publicaciones.
En varios pasajes del artículo se menciona que los chicos "se centran menos" y que "les vale con aprobar" para seguir sus estudios. Estas afirmaciones, aunque presentadas en tono de broma o basadas en percepciones individuales, contribuyen a perpetuar estereotipos negativos que minimizan el esfuerzo y la dedicación de los estudiantes varones. La insinuación de que las chicas son más organizadas y trabajan más duro que los chicos no solo es una generalización injusta y sin ninguna base científica, sino que también desvaloriza los logros de muchos jóvenes que se esfuerzan igualmente en sus estudios.
Además, este tipo de comentarios fomenta una competencia innecesaria entre géneros y puede afectar la autoestima de los estudiantes. Es crucial que los medios de comunicación promuevan una visión equilibrada y justa, evitando favorecer a un grupo sobre otro. Todos los estudiantes, independientemente de su género, merecen ser reconocidos por sus méritos sin ser comparados de manera desfavorable, como así se desprende de su artículo.
Cabe destacar que muchas de las carreras tecnológicas, como Ingeniería Informática, Ingeniería Aeroespacial y Bioquímica, son las que mayores notas de corte requieren. En el curso 2023-2024, por ejemplo, las notas de corte para estas carreras superaron los 12 puntos sobre 14 en muchas universidades españolas, evidenciando la alta competencia y esfuerzo necesario para acceder a ellas. Esto refleja que tanto chicos como chicas deben trabajar arduamente para alcanzar estos objetivos académicos.
Espero que en futuras publicaciones se tenga en cuenta la importancia de la equidad y la objetividad al tratar temas educativos, especialmente cuando se trata con personas tan jóvenes e influenciables. Es fundamental que todos los estudiantes se sientan valorados y apoyados en su camino académico.
Agradezco de antemano su atención a este importante asunto y confío en que considerarán estos puntos para mejorar la calidad y la imparcialidad de sus reportajes.
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