Cariño, cariño
Recordatorio. Todo lo que se escribe está dentro de nosotros.
Pascal
Se dice que el cariño no conoce la honda profundidad hasta el momento de los adioses. Y es verdad. Pasa que no nos acostumbramos a las despedidas de quienes queremos. Ella, entonces, era una renacuajilla renacuajilla renacuajilla, acurrucada en nuestro regazo, pronunciando incesantemente el nombre (Teté, Teté, Teté...) con el que nos había bautizado y así nos seguirá llamando para toda la vida y después de que su Teté se vaya a su estrella.
Ayer, después de estar con sus padres, su hermano y sus tatas y su Teté estas recientes pasadas fiestas navideñas, ella se fue a la Universidad donde cursa su carrera, distante de la capital del Principado. Y este escribidor ha quedado guardando para siempre siempre siempre en el interior del corazón los años en los que nos hizo inmensamente felices. Verbigracia, por mucho que vuele, nada ni nadie podrá quitarnos aquellos «Teté, Teté, te quiero» de cuando rompía a hablar...
Amables lectores, despedida y cierre. Saludos cariñosos para todas/-os vosotros. Para ti, doctor Isaías Losa, y para vosotras, Natalia y María Aurora, un abrazo grande grande grande por ser como sois.
Érase una vez.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo