La Nueva España » Cartas de los lectores » Dime algo, pero dime algo esperanzador

Dime algo, pero dime algo esperanzador

3 de Junio del 2024 - José Luis Sancho Sánchez (Zaragoza)

Quizá pensemos que todo está ya dicho, especialmente si se trata de opinar sobre lo que está pasando, eso sería como añadir nuestro yo al telediario repetitivo y desesperanzador, aunque con una imagen menos estudiada, eso sí, pero como sin ganas. Es más fácil hablar con el periódico porque podemos buscar aquello que parece venir de un amigo, aquello que nos comprende; si no aparece hoy, pues quizá mañana, algo es algo. Y en la calle... bueno, la imagen que nos damos unos a otros, mirando el suelo o esclavos del móvil, o deprisa deprisa, para llegar a todo lo que nos exige una mera supervivencia, no ofrece mucha oportunidad para la reflexión.

La supervivencia se ha consolidado como la única expectativa. La guerra, vale, si no sale hoy en los medios, la obviamos; el crimen, pues es que ¿qué podemos hacer?, lo más fácil es llegar a ser víctima de esto y lo otro, como de la droga legal del tabaco. La pobre Herminia murió por el tabaco de su marido, que ya había sido advertido por el médico, pero... La política, hasta en la sopa, nos hace sentir muy desprotegidos, más que ciudadanos, monedas de cambio; además, ya empacha: "¿Qué quiere tomar hoy?, tenemos de primero arroz blanco de política negra, de segundo solomillo nada 'tullo', con salsa sin salsa, y, de postre, fruta madurada en el barco o helado subido de precio". Si ya no buscamos dentro de nosotros mismos, siempre nos quedan el fútbol y las tonterías chef.

Pues, bueno, y de dentro, ¿qué podemos sacar? Porque decir algo esperanzador tendría que estar más allá del panorama, es como cuando queremos imaginar lo que hay detrás de las montañas, existe pero no se ve, y eso... requiere fe, no porque la fe signifique creer en lo que no se ve -no vemos el aire, pero es evidente-, sino porque lo que no se ve ya casi no tiene espacio en los medios ni en el alma. Sin embargo, ahí está el único futuro posible para la humanidad: lo que hay que empezar a ver. No se ve futuro, no se ve justicia, seguridad, paz y armonía, no se ve el fin de la decadencia moral en cualquier ámbito humano, pero sí se puede ver que el magnífico Creador del universo tiene el poder de restablecer el orden en la Tierra: "Y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados, y para dar su galardón a los que temen tu nombre, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra" (Apocalipsis 11:18). ¿Y... después? La esperanza hecha realidad: "Y solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será; y ciertamente darás atención a su lugar, y él no será. Pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz" (Salmos 37:9-11). Hermosa y justa expectativa, ¿no?

Cartas

Número de cartas: 45551

Número de cartas en Julio: 12

Tribunas

Número de tribunas: 2067

Número de tribunas en Junio: 10

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador