La falsa dicotomía de la guerra
En el contexto de los conflictos bélicos, parece que nos viéramos obligados a posicionarnos a favor de un bando u otro, como si se tratara de un partido de fútbol. A menudo se nos presenta una falsa dicotomía, especialmente en el caso de Israel y Palestina: apoyar al pueblo palestino se percibe como respaldo al terrorismo y antisemitismo, mientras que apoyar a Israel se interpreta como aprobación incondicional de todas sus acciones. Esta simplificación es no solo injusta, sino también peligrosa.
La realidad es mucho más compleja. Existen millones de personas tanto en Israel como en Palestina que desean vivir en paz y merecen la oportunidad de hacerlo. La polarización del discurso ignora los matices y las soluciones intermedias que podrían conducir a una coexistencia pacífica. ¿Por qué no podemos, como comunidad internacional, abogar por un enfoque que deje de demonizar a uno u otro lado y, en su lugar, busque una solución que respete la dignidad y los derechos de ambos pueblos?
Es posible condenar el terrorismo sin por ello negar las legítimas aspiraciones de los palestinos. Es igualmente posible criticar políticas del Gobierno israelí sin caer en el antisemitismo. Hay que romper con esta narrativa binaria y abogar por una mediación justa que promueva el diálogo y la reconciliación.
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