Como las mujeres, chaval
Francisco, Paco para los amigos, tenía unos razonamientos que, según él, eran lógicos, e intentaba convencerte.
"Dicen, chaval, que la Tierra es redonda, pero, si fuera redonda, chaval, te caerías. No hagas caso, es mentira. ¿Tú viste caer a alguien? No, nadie se cae de la Tierra. ¿Tú viste alguien colgando y a punto de caerse? No, nadie. Pues eso".
"También dicen que la Tierra gira y da vueltas, no hagas caso, chaval, si diera vueltas, te marearías. Yo marché a la mili hasta Oviedo en el Alsa y me mareé en las curvas de Luarca, eso sí que es dar vueltas y marearse. La Tierra no te marea, chaval, la Tierra no es un tiovivo".
"Además, la Tierra no se mueve, ¿tú viste alguna vez moverse la Tierra? No, no se mueve, el que se mueve es el Sol, tú no ves que todo el mundo dice: ¿A qué hora salió el Sol? Pues eso, el Sol sale y se marcha por la noche, unas veces con prisa y otras veces con galbana, así que el Sol se mueve, la Tierra no. También la Luna se mueve, sale y se marcha, aunque a veces juega a las escondidas, es muy puñetera la Luna, a veces no se tapa bien y solo se le ve un trocito y otras veces es tan vergonzosa que no aparece. La Luna es como una mujer, a veces viene con todo su esplendor y otras veces aparece medio vestida y cuando no le gustas no aparece. La Luna es muy puñetera, como las mujeres".
"La Tierra, chaval, ya existía cuando Dios, en el cuarto día, creó el Sol, la Luna y las estrellas. La Tierra tiene más importancia que el resto de las estrellas, que son muy pequeñas".
"La Tierra, chaval, no es mala. ¿Tú viste que la Tierra fuese mala alguna vez? Tú siembras algo en la tierra y la tierra te lo devuelve multiplicado por mil. La tierra, chaval, sabe multiplicar y no fue a la escuela, no le hizo falta, eso fue siempre así, la tierra unas veces suma, pero, si la tratas bien, multiplica, nunca divide. La tierra, chaval, es como las mujeres, siempre multiplican, nunca dividen".
"Desde el tercer día que Dios creó la Tierra, siempre fue igual, la tierra necesita que la mimen, porque es igual que una niña, caprichosa y algo revoltosa, pero siempre agradecida, y tiene que haber gente que la trate bien, siempre fue así, siempre hubo obreros que arasen la tierra, señoritos pocos, chaval. ¿Tú viste algún señorito que arase la tierra? Los señoritos te alquilan las tierras que tienes que arar. Siempre fue así". "Señoritos pocos. Los señoritos siempre cobran y comen, los obreros a veces no comemos".
"La tierra, chaval, debía ser para los obreros, porque la tierra los tapará cuando se mueran. Sin embargo, ¿tú viste algún señorito enterrado en la tierra? No, chaval, el señorito no quiere tierra cuando se muere, no, el señorito tiene un panteón, no quiere tierra. Toda la vida fue así, chaval, como el día y la noche. La tierra, cuando sale el sol, siempre te está esperando, ya sabes, siempre te llama, chaval, como la mujer, es la llamada de la tierra. La tierra nunca se acaba, chaval, como las mujeres".
"Mira, chaval, si es importante la tierra que Dios hizo un muñeco de tierra, sopló sobre él y creó a Adán, le sacó después una costilla y con más tierra creó a Eva. La tierra, chaval, es muy importante".
"A los hombres, chaval, les gusta la tierra, como también las mujeres, chaval".
Tengo que deciros que las reflexiones y la obsesión que tenía mi amigo Paco con las mujeres no las comparto para nada, también deciros que dichas reflexiones están ubicadas en el año 1970.
Ya llovió en la Tierra desde entonces.
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