El escandaloso CIS
Hace unos días, el Centro de Investigaciones Sociológicas que dirige el miembro del partido socialista Félix Tezanos, otrora prestigioso demóscopo, devenido en "influencer" de los intereses gubernamentales y, en particular, de los intereses personales de quien preside el Gobierno de la nación, distribuía una encuesta de intención de voto en España para las elecciones al Parlamento Europeo del 9J en la que daba como claro vencedor al PSOE, en detrimento del PP, contradiciendo de este modo al resto de estudios demoscópicos publicados hasta ese momento en los que, unánimemente, el resultado era exactamente el inverso.
El resultado de las elecciones del 9J ha venido a demostrar que, en efecto, la encuesta distribuida por el Sr. Tezanos, al igual que la inmensa mayoría de las últimas encuestas de intención de voto realizadas por él en los últimos tiempos, era una falacia.
El comportamiento del Sr. Tezanos viene siendo denunciado públicamente por un amplio espectro de partidos y obviado el análisis de sus estudios por parte de la prensa seria, pues su tendenciosidad está más que demostrada.
Sin embargo, hay un aspecto sobre el que se está incidiendo muy poco: si bien la tendenciosidad del Sr. Tezanos está fuera de toda duda, poco o nada se dice de la responsabilidad de los profesionales que elaboran dichos estudios. El CIS es un organismo con una estructura de más de 80 profesionales que cuenta con cuatro grandes departamentos: de investigación; de tecnologías de la información y comunicaciones; de banco de datos, y de publicaciones y fomento de la investigación, dirigidos respectivamente por D.ª Silvia García Ramos, D. Jesús Manuel Cabello Hidalgo, D.ª María Belén Romero García y D.ª María Rosario H. Sánchez Morales y una secretaría general dirigida por D.ª Julia García Bermejo.
Se supone que todos estos profesionales que acabo de enumerar han accedido a sus puestos de trabajo tras haber superado unas oposiciones de funcionariado público y les han sido otorgados los puestos de responsabilidad dentro de la organización en base a su profesionalidad y aptitud para el desempeño de sus funciones.
No obstante, el desprestigio en el que el Sr. Tezanos ha sumido al CIS alcanza a toda su plantilla, y en particular a los cargos de mayor responsabilidad. Y mi pregunta es: ¿asumen todas estas personas como suyas las graves desviaciones en sus predicciones y las acusaciones de parcialidad e instrumentalización que están siendo un clamor entre la ciudadanía? Pues parece que sí, porque no he oído a ninguna de ellas salir a los medios de comunicación a denunciar nada. Tampoco ninguno ha dimitido de su puesto, harto de formar parte de una extremidad más de los resortes colonizados por el presidente del Gobierno.
Es por ello que afirmo, con nombres y apellidos, que estas personas son tan responsables como el propio Sr. Tezanos del desprestigio del Centro Investigaciones Sociológicas. Creo que será una necesidad que, cuando la alternancia política llegue al Gobierno de España, la depuración de responsabilidades dentro del CIS no termine con la salida del Sr. Tezanos, puesto que son muchos los colaboradores necesarios que han hecho realidad esta desvergonzada politización de un organismo otrora reconocido y hoy generalizadamente denostado.
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