El odioso Mone y sus pintadas
Hay personas que tienen un verdadero y persistente trauma, y ya desde muy temprana edad, que sueñan con ser unos artistas geniales, verdaderos dibujantes de alto nivel conocidos y famosos, al menos en un entorno próximo, quizá en el barrio en donde viven. Pero no encuentro nada más lejos de la realidad.
Me estoy refiriendo a los grafiteros que pintan en las calles, que ensucian, que estropean, que "adornan" fachadas de casas particulares, comercios y diverso mobiliario urbano.
Reconozco que algunas de ellas tienen mérito, y las calificaría incluso de buenas. Pero estas líneas las dedico a la mayoría de pintadas que vemos por todas partes, hechas sin conocimiento ni permiso alguno, y cuyo patrón no es otro que unas, a veces ininteligibles, letras mal escritas con rotuladores o espráis de colores, y que todos parece que nos resignamos a sufrir pues nada podemos hacer por impedir que las sigan haciendo. Como mucho, quitarlas con papel y disolvente y esperar a que rápidamente vuelvan a pintar, y además a veces hasta en el mismo lugar.
En Oviedo, hace poco tiempo había firmas diversas, como "Bambi" o "Wray", entre otros gamberros que citar.
Ahora le toca el turno a un tal "Mone", otro que no respeta nada de las propiedades de los demás, que actúa impunemente desde el centro de la ciudad hasta el barrio de Pumarín, y llegando hasta sitios incluso de ámbito rural, como la parte de Fitoria.
Sin duda, "Mone" no es consciente del daño que deja con sus absurdas y feas pintadas, creyéndose realizado como persona. No puedo ni quiero decir aquí lo que haría con sus rotuladores o espráis, pero quiero pensar que el lector bien podría imaginarlo.
Pero no hay que perder la esperanza de que "Mone" y los que son como él un día de estos tengan un ataque de cordura y dejen de hacer el mal, aunque sus barrabasadas ya quedan ahí y nadie va a ocuparse de borrarlas.
Una pena esto de ensuciar la ciudad. Hace falta mucha maldad.
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