Milei, Ayuso y otros patriotas
Si hay alguien a quien aborrezco especialmente es a los traidores; para mí solo hay algo peor que la injusticia, la traición. Los traidores me empezaron a caer muy mal desde que, de niño, en la escuela el maestro me habló de Aulax, Ditalco y Minuro, los tres capitanes que traicionaron a Viriato, y el cura de mi parroquia de Judas, que traicionó a Jesús con un beso.
Estamos rodeados de traidores, en las empresas, en la política, en todas partes, aunque unos lo son más que otros o ejecutan sus traiciones más descaradamente. Hay más traidores en España por metro cuadrado que guitarristas en toda Andalucía, y lo mismo sucede en Iberoamérica. Muy mal tenía que estar Argentina y muchas fechorías han tenido que cometer los peronistas para que los argentinos hayan votado a un individuo como Milei. Hacer presidente a un tipo con una motosierra es dar un buen puñetazo de cabreo encima de la mesa, de acuerdo, pero estoy seguro que los argentinos no sabían que, además de “liberal-libertario”, Milei es un traidor. Lo primero que hizo Milei tras ser elegido presidente fue recibir al ministro de Exteriores británico, David Cameron, y viajar a EE UU (los que hicieron la puñeta a Argentina en la guerra de las Malvinas) para entrevistarse con mandos militares y representantes del lobby judío y organizar con ellos la cesión de bases militares y el reparto de las empresas y de las riquezas de Argentina. Este individuo no solo está haciendo, involuntariamente, por supuesto, ingentes esfuerzos a favor de la revolución en su país, pretende ir por ahí dando consejos e insultando a todo el mundo con quien no coincida o no le baile el agua, menos a EE UU, Reino Unido e Israel, sus amos, evidentemente. El liberalismo de este individuo que, al mismo tiempo que defiende la dictadura fascista criminal de Videla y Galtieri, dice ser más demócrata que nadie, es patético y me recuerda mucho a “liberales” locales, que también son más demócratas que nadie mientras defienden la dictadura franquista en la intimidad. Algunos creen que la libertad es poder tomar unas cañas cuando había que guardar cuarentena, como se guardó en todas partes del mundo, y que el patriotismo es llevar una banderita de España en la muñeca o en los calzoncillos, aunque luego con sus actos se cisquen en ella.
Yo aún recuerdo cuando José Luis Rodríguez Zapatero salió a defender a Aznar ante Hugo Chávez en la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, allá por 2007. Y mire usted que lo que estaba diciendo, con razón, Chávez de Aznar era indefendible. Seguramente Zapatero en otras muchas ocasiones no estuvo a la altura y seguro que armó pifias muy gordas, pero allí hizo lo que debía, porque el sentido de Estado y el patriotismo hay que ponerlos por encima de las ideologías políticas y de las confrontaciones, a veces bastardas, entre partidos. Pues bien, Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid tiene de liberal y de patriota exactamente lo mismo que Milei, por eso sintoniza con él, pero eso es una cosa y otra mucho peor unirse al presidente de un país extranjero, en santa alianza, para atacar al Gobierno y para insultar al presidente de España, por mucho que no nos caiga bien Sánchez y por muchas ganas que tengamos de ser el perejil de todas las salsas. Eso es traición.
No solo ni pedro Sánchez ni el Rey van a recibir a Milei, salvo Meloni, nadie en Europa lo quiere recibir, porque presumen que el experimento argentino va a acabar muy mal y una fotografía con ese tipo les puede perseguir en el futuro. Sánchez y sus ministros no lo han hecho bien, porque han estado metiendo sus narices en los asuntos internos de Argentina y criticando a Milei imprudentemente (hay muchos intereses de empresas españolas allí y los lazos entre ambos pueblos están por encima de los gobiernos). Pero Milei no solo se ha metido en los asuntos internos de España, ha insultado muy groseramente, no solo a Sánchez, al “socialismo” (los fascistas siempre confunden socialismo con socialistas) y a los que le ha venido en gana, porque, como Ayuso, sabe que eso pone mucho a sus incondicionales, que son como ellos.
En fin, ya hablaremos de Milei, de Ayuso, de la medalla que le van a dar en Madrid, de la foto de ambos, de ese “liberalismo-libertario”, de lo que va a dar de sí y de sus consecuencias en Argentina en el futuro, supongo que no muy lejano.
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