Madres desesperadas
Estimado director:
“Nosotras sobrevivimos al viaje de estudios” a pesar de todos los esfuerzos que una docente hizo para acabar con nosotras, un grupo de madres que lo único que queríamos era un viaje de estudios “sano” para nuestros hijos.
Desde un primer momento y sin darnos cuenta fuimos acatando su “ordeno y mando”, hasta llegar al punto de ser sus marionetas en su juego del poder. Poco a poco, algunas madres fuimos perdiendo la venda que nos cegaba e íbamos descubriendo este juego sucio en el que dicha docente nos había involucrado. El séquito que ella creía que había formado para acabar con el equipo directivo del colegio, ¡¡¡se rompió!!! El barco se hundía con la capitana dentro y a partir de ese momento su punto de mira no sólo era la dirección, sino también nosotras, ese grupo de madres que por no tener su misma opinión ya no podíamos ser escuchadas, ni tenidas en cuenta, ni siquiera respetadas...
Con el grupo dividido, se dio cuenta de que había cometido muchos errores e irregularidades y ese miedo la hizo perder los papeles, llegando incluso a presentarse en un desfile de alumnos en el colegio, cabe mencionar que ella estaba de baja, para increpar, gritar y pedirle explicaciones a una de las madres, quedando ella solita en evidencia delante de los alumnos y familiares. Esta mujer ha malmetido, criticado, insultado y difamado con nombres y apellidos no solo a adultos, sino también a menores, en grupos de WhatsApp.
Como todo esto parecía que no le llenaba lo suficiente, se adentró en diferentes proyectos, dejando marcada a mucha gente, ya que lo que parecen ser actos de humanidad, simplemente son instantes para “colgarse medallas y poder limpiar su imagen” ante el resto de personas.
Tras ocho largos y duros meses en los que nos ha mentido, engañado, manipulado, ha jugado con la sensibilidad de los niños, estropeándoles su convivencia e incluso haciéndoles partícipes (a su manera) de la situación que los adultos estábamos viviendo, sigue molestando y acosando a las familias.
Como madres desesperadas por acabar con esta situación, lanzamos una pregunta: ¿Cuál es el procedimiento a realizar para que una docente de baja termine su guerra particular contra las familias?
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